Normalmente, cuando un escolar sufre algún tipo de enfermedad crónica, son los padres quienes explican a los docentes cómo enfrentarse a las crisis que puedan aparecer. Para reforzar estos conocimientos, 19.000 profesores están recibiendo clases en la que se les dan las claves para poder actuar ante situaciones graves como ataques de asma o convulsiones en niños diabéticos. Este programa de formación no existía anteriormente, a pesar de que cada vez hay más pequeños que sufren enfermedades crónicas. Las más comunes son el asma, la diabetes y las intolerancias celiacas.



