Durante más de dos siglos las entrañas de Catedral de Jaén han guardado en su archivo la música del asturiano Ramón Garay (1761 - 1823), director durante años de la orquesta de ese templo. Música conservada en tinta sobre papel. Completa pero silenciosa. Como la conoció siempre el propio compositor, ya que se tiene la casi completa certeza de que Garay murió sin escuchar sus obras. Esta teoría la sostiene José Luis Temes, conocido director musical español, que se ha encargado de coordinar la producción de un tripe álbum que contiene las 10 sinfonías que Garay compuso durante sus 62 años de vida. Una edición que supone una verdadera labor de rescate cultural. Un rescate llevado a cabo por la Fundación BBVA y el sello Verso, pero que no habría sido posible sin el trabajo del profesor Pedro Jiménez Cavallé, descubridor de las partituras. Grabadas ahora por la Orquesta de Córdoba, estas melodías permanecerán para siempre donde siempre debieron estar, flotando en el aire.