Togo abandonó oficialmente la Copa Africana de Naciones, que inició ayer, y despegó de regreso a casa, dos días después del ametrallamiento de su autobús en el enclave de Cabinda, Angola, que provocó la muerte de tres personas.El autobús del equipo dejó su cuartel general en Angola a las 19:30 locales, con una gran protección policial. El gobierno puso a su disposición un avión para el viaje de los integrantes de la delegación y repatriar los cadáveres del auxiliar y el portavoz del equipo. La marcha de los togoleses pone fin a dos días de incertidumbre y versiones encontradas, con el drama vivido como fondo. El gobierno de Togo había solicitado formalmente el sábado por la tarde al equipo que regresara a casa.



