"1984", la famosa novela de George Orwell, llega a los escenarios de nuestro país. Tim Robbins ha hecho una adaptación teatral de esta obra. ¿Qué pasaría si todos vivieramos en un "Gran Hermano" permanente, vigilados de forma constante? Es el dilema que plantea.Día y noche vigilados por un ser invisible. El Gran Hermano existe desde mucho antes de que llegara a la televisión. George Orwell lo creó hace cincuenta años. Ahora Tim Robbins trae a España la esencia de este ser en la versión teatral de 1984.El escenario se convierte en una sala de torturas. El protagonista, Winston Smith, es condenado al sufrimiento por pensar de un modo distinto, liberal. Es como si, de repente, pudieramos asomarnos a las cárceles de Guantánamo o Abu Ghraib.Porque 1984 no es sólo el morbo de ver sin ser vistos. Es también una reflexión política. En el mundo orwelliano la guerra es la paz. Algo así, cree Robbins, debió pensar Bush al iniciar la guerra en Iraq.Dice el director que la verdad conlleva a la revolución por eso cuando el público sale de esta obra es un poco más temerario.



