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Andalucía

Así es la última obra de Fernando Vaquero

El pintor ha realizado el primer trabajo para Cádiz, recordando a la Inmaculada de Murillo

El cartel del 'Junio Eucarístico 2022' de Fernando Vaquero

Detalle del último trabajo de Fernando Vaquero
M. J. R. Rechi

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Fernando Vaquero, uno de los pintores sevillanos más populares de los últimos años, ha dado a conocer la primera obra que ejecuta para la ciudad de Cádiz , la gloria del techo de palio de la Virgen de la Victoria.

Se trata de una pintura que refleja el fresco de la iglesia de Santa María de la Victoria de Roma , adaptado al diseño del bordador Juan Carlos Romero. «Aunque he intentado mantener en lo posible la composición original si es cierto que he tenido que reformar diversos elementos de la misma para adaptarlos al nuevo formato del palio. Aparte de esto también he querido añadir algunos elementos significativos de esta corporación que seguidamente paso a resumirles, ha indicado el autor de la obra.

La Virgen de la Victoria es la gran protagonista, estando rodeada por por más de 30 figuras. «la protagonista indiscutible es la Virgen de la Victoria que se encuentra elevando con su mano derecha el cetro triunfante mientras que en su mano izquierda porta unas azucenas, flor que representa el hermanamiento concepcionista y que suele portar en su mano Santa Beatriz, con este gesto he querido simbolizar de algún modo la gratitud de esta hermandad hacia las hermanas concepcionistas de Santa María que con tanta generosidad han acogido durante todos estos años a la hermandad».

Tal y como ha comentado Fernando Vaquero en la presentación de la pieza, «el rostro de esta Virgen recuerda intencionadamente al de las inmaculadas de Murillo: por si no lo saben la ultima obra que pintó Murillo fue pintada aquí en Cádiz muy cerca de este lugar, iba a ser una obra para la iglesia de los capuchinos pero mientras trabajaba en ella el maestro cae de un andamio y aquel accidente le provoca la muerte convirtiendo aquella obra en la última de su producción».

Otro de los detalles de la gloria del palio es la cruz de Jerusalén y el ofrecimiento de la corona. «Mientras la Virgen es elevada al cielo por un nutrido grupo de ángeles uno de ellos le ofrece una corona, símbolo de la realeza de María. En dicha corona hay un detalle especial: el remate superior de la misma lo forma una cruz de Jerusalén , símbolo e imagen corporativa de la cofradía del Nazareno con la que esta hermandad ha querido también agradecer a la del Nazareno su acogida durante todos estos años».

Continuando con la explicación de la pintura, Fernando Vaquero indica que «rodeando a esta Asunción de la Virgen vemos multitud de ángeles que la acompañan en su elevación a los cielos algunos en actitud orante , otros cantándole salmos acompañados por instrumentos musicales, y otros portando también algunos símbolos de la victoria como son las coronas de laurel y las banderas de la victoria. Justo antes de llegar a la parte inferior de la composición vemos junto a la nube de la Virgen a un ángel que con su espada nos está librando del mal. En este ángel he querido representar a vuestro Santo Ángel Custodio, el que da nombre a esta Iglesia a la que habéis vuelto por fin con tanta ilusión después de varios años. Un ángel que es vuestro protector y que es precisamente así como aparece representado en esta gloria de este palio; protegiéndoos y librándoos del mal. El gesto de este ángel nos conduce ya a la última parte de esta composición que es la destinada al pecado».

De 90 x 68 centímetros es la obra ejecutada en óleo sobre lienzo pegado a una tabla. Otras de las curiosidades es que aparece una serpiente de siete cabezas, una por cada pecado capital. La representación del pecado es la escenificación del versículo

12, 2-9 del Apocalipsis: «Y no quedó lugar para ellos en el cielo. Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero ». En esta escena vemos representado al pecado, vemos a hombres que están siendo devorados por la sierpe, vemos a guerreros cayendo de sus caballos e incluso a un ángel que intenta, sin conseguirlo, salvar a un pecador. En definitiva una representación del pecado y la herejía en la que la serpiente devora y envenena a los pecadores».

La última pintura de Fernando Vaquero

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