Las doce pruebas de Astérix

Julio César quiere hacer algo pare evitar verse humillado y ridiculizado de nuevo por el pueblo de los irreductibles galos. Es por ello que obliga a sus habitantes a elegir dos representantes que deberán superar doce pruebas que sólo los dioses podrían resistir. Si ganan les entregará el imperio romano y si pierden tendrán que someterse a él. Lo que César no sabe es que Astérix y Obélix cuentan con la ayuda de la poción mágica.

Des de que en 1959 René Goscinny y Albert Uderzo dieran vida al pequeño héroe galo y a su amigo Obélix los dos han sido trasladados a la gran pantalla en diversas ocasiones. La primera fue en 1967, cuando a partir del álbum titulado “Astérix gladiador” hicieron la correspondiente adaptación cinematográfica. “Las doce pruebas de Astérix” es la tercera de las siete películas de animación que tienen a estos irreductibles galos por protagonistas y la primera que cuenta con un guión original de Goscinny y Uderzo (a diferencia de las dos primeras que partían de la adaptación de su cómic homónimo). La película cuenta, pues, con el aliciente de poseer un guión expresamente creado para el medio cinematográfico, donde se mezclan personajes de diversos álbumes.