La renovada Francia de Didier Deschamps, campeón del Mundo y de Europa con Francia en 1998 y 2000, respectivamente, emprende su camino de reconciliación con su afición tras su patética imagen de hace cuatro años en Sudáfrica. Entonces, la selección gala fue eliminada en la fase de grupos y dejó una imagen bochornosa entre jugadores y entrenador (Raymond Domenech por aquel entonces), que se dedicaron insultos de todos los colores. Honduras, que se asoma a su tercer Mundial, será el primer rival del país vecino.
Karin Benzema, que jugara su primer campeonato del Mundo tras su polémica no convocatoria en 2010, ejercerá de líder de la selección gala tras la inoportuna lesión de última hora de Ribéry, que con problemas en la espalda, tuvo que abandonar la concentración a escasos días del inicio del torneo. La figura de Griezmann, el excelente delantero de la Real Sociedad, coge más peso que nunca ante la ausencia del extremo del Bayern Múnich. Francia se presenta en Brasil con un equipo muy joven y con mucho talento en el centro del campo, donde los jóvenes Pogba y Matuidi se han hecho los dueños de dicha parcela. En defensa, la irrupción de Varane, el central del Real Madrid, sube varios peldaños el juego aéreo francés y le da consistencia a una zaga con muchas fisuras en los últimos torneos.
Mientras, Honduras, tras su brillante clasificación en el Hexagonal de la Concafaf, afronta con ciertas esperanzas de clasificación para los octavos de final su tercera aparición mundialista, teniendo en cuenta que sus dos oponentes, Suiza y Ecuador, no son grandes potencias. Figueroa y Boniek García lideran a la selección hondureña que sueña con dar la sorpresa en su debut ante la todopoderosa Francia, una de las tapadas del Mundial.





