Alemania tiene mala fama en los casos de resultados sospechosos en los Mundiales y el partido que disputará el jueves ante Estados Unidos «huele mal», dicen los portugueses. Un empate entre ambas selecciones, dirigidas por dos buenos amigos alemanes, Low y Klinshmann (al frente de Estados Unidos), clasificaría a las dos. Klinsmann ya fue ayudante de Low en el Mundial de Alemania 2006. Y esa posibilidad de repartirse los puntos y dejar fuera a Portugal, que necesita vencer a Ghana y que los norteamericanos pierdan, hace dudar a Cristiano y compañía.
Hay precedentes negativos. En el Mundial organizado por Alemania Federal 1974, ganado por la selección que jugaba en casa, sus compatriotas reconocen que se dejó ganar por la hermana selección de Alemania del Este, la comunista, por 0-1, gol de Jürgen Sparwasser. El rumor extendido en todo el país era que el seleccionador de la República Federal, Helmut Schoen, con la clasificación ya asegurada para la siguiente fase, prefirió perder ese partido y evitar a la poderosa Holanda hasta la final. Y la Alemania Democrática aseguró también la clasificación.
Ocho años más tarde, en el Mundial de España 82, se repitieron las sospechas. Alemania fue acusada de arreglar una victoria por 1-0 en el partido contra Austria de la fase de grupos, un resultado que clasificó a ambos y dejó fuera a Argelia. Fue el denominado «pacto de El Molinón». Nunca pudo ser demostrado, como tampoco se demostró el 0-1 de 1974. Los argelinos lo dieron por seguro.
Ahora, Klinsmann se indigna cuando escucha que habrá pacto con Low. «Quiero ganar a Alemania, no creo que estemos hechos para los empates. Eso es lo que queremos, después veremos como sale».





