
RETRATO DE COSTUMBRES.
Si se habla de Cecilio pla hay que señalar que se trata de un dibujante extraordinario que ha acabado convirtiéndose, con la perspectiva que nos da el paso del tiempo, en un cronista exacto y fiel de cierta sociedad y época a la que perteneció, llámese ésta Belle Époque o Fin de Siglo. el ambiente de la alta burguesía española, el lugar que desempeñaba la mujer en la sociedad de su época, la vitalidad y cercanía que desprenden sus escenas dibujadas, nos hablan también de los primeros pasos en la evolución de las costumbres, del inicio de la emancipación y de la incorporación de la mujer a ciertos aspectos de la vida moderna que se correspondería a un periodo de en Vicente Mulet, (1897-1945), en el gran ilustrador pascual Capuz, (1882-1952), o en la obra de luis dubón, (1892-1952), que nos revelan las cualidades de estos pintores, que además fueron cartelistas y diseñadores gráficos. al pintor Enrique igual Ruiz (1897- 1974) también habría que situarle en este entorno, de la misma manera que al pintor Francisco de Cidón Navarro, (1871-1943), dos ejemplos ambos muy elocuentes de la riqueza que se guarda en los fondos de la Colección de aBC. la ciudad de Valencia de finales de los años veinte y principios de los treinta es el lugar de efervescencia de las nuevas corrientes literarias y artísticas. por un lado, en esos años está indisolublemente ligada a las figuras literarias de Max aub, Juan Gil-albert o Samuel Ros, pero, por otro, también lo está a la aparición de determinados centros culturales como la Sala Blava, impulsada por acció d’art e inaugurada en el año 1929 por Ernesto Giménez Caballero. esta sala ya mítica en la historia de la ciudad fue el lugar donde confluyeron escritores y artistas como Vercher, pérez Contel, Manuela Ballester, Josep Renau, Max aub, Juan Gil albert, Genaro lahuerta o pedro Sánchez y en donde se celebraron tertulias, coloquios y conferencias.
Un lugar donde se reunían y actuaban los nuevos nombres de la literatura y de la pintura valenciana del momento. de antonio Vercher, (1900-1934), y de Manuela Ballester, (1908- 1994), se muestran en la exposición ejemplos notables de estos dos grandes cartelistas y pintores de la modernidad valenciana de los años treinta.
Y como paréntesis final, una muestra significativa de enrique Climent, que fue no solamente uno de los grandes ilustradores de su época, sino que también fue uno de los pintores jóvenes de ese arte Nuevo español que se caracterizó por su inquieto mundo visual, cambiante y sorprendente. n tiempo que abarcaría desde 1899, fecha de sus primeras ilustraciones, hasta sus últimas de 1908 ya iniciado el siglo XX. las primeras influencias internacionales y el consiguiente cambio de estética que se produce en la década de los años diez en la pintura española quedará muy bien reflejado en la Colección artística de ABC gracias a las obras de luis Blesa o de Ballester Marco pero, también en Vicente Mulet, (1897-1945), en el gran ilustrador pascual Capuz, (1882-1952), o en la obra de luis dubón, (1892-1952), que nos revelan las cualidades de estos pintores, que además fueron cartelistas y diseñadores gráficos. al pintor enrique igual Ruiz (1897- 1974) también habría que situarle en este entorno, de lamisma manera que al pintor Francisco de Cidón Navarro, (1871-1943), dos ejemplos ambos muy elocuentes de la riqueza que se guarda en los fondos de la Colección de aBC. la ciudad de Valencia de finales de los años veinte y principios de los treinta es el lugar de efervescencia de las nuevas corrientes literarias y artísticas. por un lado, en esos años está indisolublemente ligada a las figuras literarias de Max aub, Juan Gil-albert o Samuel Ros, pero, por otro, también lo está a la aparición de determinados centros culturales como la Sala Blava, impulsada por acció d’art e inaugurada en el año 1929 por ernesto Giménez Caballero. esta sala ya mítica en la historia de la ciudad fue el lugar donde confluyeron escritores y artistas como Vercher, pérez Contel, Manuela Ballester, Josep Renau, Max aub, Juan Gil albert, Genaro lahuerta o pedro Sánchez y en donde se celebraron tertulias, coloquios y conferencias.
Un lugar donde se reunían y actuaban los nuevos nombres de la literatura y de la pintura valenciana del momento. de antonio Vercher, (1900-1934), y de Manuela Ballester, (1908- 1994), se muestran en la exposición ejemplos notables de estos dos grandes cartelistas y pintores de la modernidad valenciana de los años treinta.
Y como paréntesis final, una muestra significativa de enrique Climent, que fue no solamente uno de los grandes ilustradores de su época, sino que también fue uno de los pintores jóvenes de ese arte Nuevo español que se caracterizó por su inquieto mundo visual, cambiante y sorprendente.