Economía.
DEBATE NUCLEAR, ¿sí o no?
El futuro
de la energía nuclear puede decidirse en
los próximos meses. El debate sobre si hay cerrar o,
por el contrario, mantener y ampliar las centrales nucleares
está sobre la mesa y partidos políticos, agentes
sociales y demás actores de la sociedad están
expresando, ya sin tapujos, sus opiniones.
El debate ha estado impulsado por varios factores,
como el fuerte encarecimiento del petróleo y del gas
natural en los dos últimos años, el cumplimiento
del protocolo de Kioto y la inseguridad en el suministro, problema éste
que puede estar ocasionado por cuestiones meteorológicas
(huracanes), políticas (Irán, Venezuela, Bolivia,
Rusia, etc…) y guerras (Irak).
Además, sigue aumentando la dependencia energética
de la Unión Europea, en general, y de España,
en particular. En nuestro país, que es una «isla
energética», esa dependencia superó el
año pasado, por primera vez, el 85%, frente al 56% de
media de la UE.
Con estas premisas, a las que hay que sumar el lento desarrollo
de las energías renovables o «limpias» (solar,
biomasa, etc…), cada vez son más quienes se muestran
a favor de la generación eléctrica con energía
nuclear.
Uno de los últimos informes publicados en este sentido
es el de la Agencia Internacional de la Energía (AIE)
que, en sus «Perspectivas energéticas mundiales
2006», subraya que la energía nuclear es esencial
para asegurar el abastecimiento y reducir las emisiones de
CO2. El economista jefe de la AIE, Fatih Birol, ha declarado
que el actual modelo energético es «vulnerable,
sucio y caro» y hay que ir hacia otro «seguro,
limpio y más barato». Para ello, la Agencia Internacional
de la Energía propone mejorar la eficiencia energética,
aumentar la cuota de las energías renovables y elevar
la generación con energía nuclear. De esta forma,
se consumen menos reservas de hidrocarburos (unos 45 años
para el petróleo y unos 80 años para el gas natural),
se reduce la dependencia energética y se contamina menos.
En el mundo hay 443 centrales nucleares —8 en España— y
se están construyendo otras 25, la mayoría en
China, Rusia e India. Sólo dos de los países
industrializados, Japón y Finlandia, están haciendo
sendas centrales.
La energía nuclear supone el 15% del total de la energía
en el mundo. En nuestro país, alcanza el 20% de la generación
eléctrica. «Si queremos mantener o aumentar esos
porcentajes, hay que empezar ya a construir nuevas centrales
nucleares», afirma Birol.
>El Gobierno de Rodríguez Zapatero cerró el
30 de abril pasado la central de Zorita (Guadalajara), la más
antigua de las que funcionan en nuestro país. La decisión
de cerrarla fue adoptada por el último Ejecutivo de
José María Aznar.
>El año que viene, el Ministerio
de Industria tiene que decidir si prorroga el permiso de la
central de Garoña (Burgos) o decreta su cierre. En mayo
pasado, el Congreso de los Diputados votó en contra
de la parada definitiva de esa central que había propuesto
IU.
</CW>Curiosamente, el ex presidente del Gobierno Felipe
González, en cuyo primer mandato (1982-86) se aprobó la
denominada moratoria nuclear —no sólo se prohibió la
construcción de centrales nucleares sino que se desmantelaron
las de Valdecaballeros I y II y Lemóniz que estaban
construyéndose—, ha declarado recientemente que
hay que «replantear un debate serio» sobre la energía
atómica. El aumento de las condiciones de seguridad
en las centrales nucleares y los avances «sustanciales» en
la gestión de los residuos permiten plantearse la viabilidad
de esta fuente energética, según González.
Tampoco hay que olvidar que, actualmente, cualquier empresa
o consorcio podría construir una central nuclear en
nuestro país, pues no existe impedimento legal, salvo
los lógicos condicionantes económicos, medioambientales
y de respuesta ciudadana.
Lo que está claro es que nuestro país no puede
prescindir de la energía nuclear. Ni siquiera a medio
plazo. El «mix» de generación eléctrica
está muy repartido. El año pasado, casi el 28%
procedía de las centrales de carbón, el 20% de
las nucleares, el 16% de gas, el 22% de renovables, el 7% de
fuel y el 7% de hidráulica.
Aunque en los últimos años se ha puesto de moda
el gas natural, su creciente demanda mundial ha encarecido
sus precios, por lo que las centrales de ciclo combinado (utilizan
gas para producir electricidad) ya no son tan rentables como
se pensaba hace cinco años. Más de uno llegó a
decir que el gas sería el sustituto «natural» de
la energía nuclear.
La Mesa de Diálogo sobre la Energía Nuclear,
organizada por el Ministerio de Industria, recoge en sus conclusiones
que «una reducción progresiva de la generación
nuclear exigiría disponer de un plan alternativo de
sustitución realista dada la contribución significativa
en la satisfacción de la demanda eléctrica».
Tampoco hay que olvidar que nuestro país importa el
99,8% del petróleo que consume, el 99,6% del gas natural,
el 55% del carbón y el 40% del gasóleo, además
del 100% del uranio.
La decisión del Gobierno de Zapatero sobre el futuro
de la energía nuclear estará condicionada por
la elección del lugar donde se levante el necesario
cementerio nuclear.
Desde el Foro Nuclear, que agrupa a la industria española
de este sector, afirman que «las centrales nucleares
están en condiciones óptimas para ampliar su
operación a 60 años o más, de forma fiable,
segura y económica». Además, «la
economía de un país no puede admitir lapérdida
de garantía de suministro energético. Todas las
energías con capacidad potencial para cubrie las necesidades
energéticas de forma competitiva y limpia están
llamadas a cubrir la demanda del mercado. Ninguna energía
debe ser proscrita a priori».
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