ABC SEVILLA 01-04-2004 página 5

ABC JUEVES 1 4 2004 Opinión 5 El Gobierno amigo El presidente de la Confederación Empresarial Sevillana, Fernando Guerrero, subrayó ayer la necesidad de que se lleven a cabo cuanto antes las inversiones previstas en Sevilla, advirtiendo que la financiación de Fibes no está aún resuelta. Guerrero espera que la afinidad ideológica entre el nuevo Gobierno central y el Ayuntamiento acelere estas inversiones necesarias. Nueva oferta turística El parque temático sevillano Isla Mágica, cuyo director general es Antonio Peláez, abre mañana sus puertas en una nueva temporada que se prolongará hasta el 1 de noviembre en la que presenta una oferta renovada de servicios y contenidos temáticos que, sin duda, serán un importante atractivo para el turismo. De momento, ya se han vendido 7.500 pases de temporada. Un club difícil El entrenador del Betis, Víctor Fernández, está viviendo en el Betis las experiencias más amargas de su carrera, ya que cada cierto tiempo se ve envuelto en polémicas que están al margen de los resultados futbolísticos. Convendría recordar ahora su comportamiento profesional en todo momento pese a los constantes rumores que le atacan constantemente. ERNESTO AGUDO Memorias monclovitas. A poco más de un mes de dejar la que ha sido su casa desde 1996, Ana Botella presentó ayer su libro Mis ocho años en La Moncloa que tuvo como presentador de excepción al vicepresidente primero y ministro de Economía en funciones, Rodrigo Rato, en un acto que contó con la presencia de numerosos dirigentes populares. Se trata de una especie de libro de a bordo de la vida doméstica en La Moncloa durante los ocho años del Gobierno de José María Aznar. La obra repasa desde las anécdotas cotidianas a la manera en la que se vivieron en La Moncloa los momentos buenos y malos e incluye una separata (el libro ya estaba tirado) sobre los terribles atentados del 11- M, lógicamente las horas más amargas vividas, según confesión de la propia autora, en la residencia presidencial. tado por el placebo de la negación de su astenia. Rodrigo Rato ofició como presentador de este ejercicio de memoria en presencia de mi marido (así se refirió Ana Botella a José María Aznar en su alocución) de la plana mayor del Gobierno y del secretario general, Mariano Rajoy. Habló Rato en términos de amistad y cercanía, sin alimentar con palabras de calado político su posible designación como cabeza de lista para las elecciones europeas. Una opción revulsiva, si falla su candidatura a la presidencia del FMI, en vista de que algunos populares no han caído del guindo (quizá porque aún pisan moqueta) y se han empeñado en convertir las apuestas políticas de futuro en un perpetuo ejercicio de desagravio a las figuras más cuestionadas por su gestión de la crisis del 11- M. Dice Ana Botella en las páginas blancas de su obra (las anteriores a los atentados) que hay que mirar al otro lado de la verja de palacio, en alusión a la necesidad de no perder el pulso de la calle. Contubernios mediáticos aparte, muchos ciudadanos esperan que el PP abra la cancela. Sin atentados, sí, habría ganado. Quizá también si hubieran funcionado los delicados engranajes de la comunicación. ANA BOTELLA Y EL PP, AL OTRO LADO DE LA VERJA BLANCA TORQUEMADA D ESDE que su continuidad en el poder descarriló en Atocha, el Partido Popular se ensimisma en públicas demostraciones de unidad, la última anoche so pretexto de la presentación del libro de Ana Botella Mis ocho años en La Moncloa compendio definitorio de la poliédrica y luminosa personalidad de la autora. La capacidad de convocatoria de la esposa de José María Aznar, ilustrativa de su peso específico en las dos últimas legislaturas, desbordó el Hotel Palace de Madrid, donde confluyeron las incondicionales adhesiones y los fonendos de los aviesos periodistas, pendientes de auscultar síntomas de recuperación en un paciente (el PP) embo-