ABC SEVILLA 01-04-2004 página 6

6 Opinión JUEVES 1 4 2004 ABC M. MARTÍN FERRAND Desde la Plaza de Cascorro a la Ribera de Curtidores se levanta y se retira cada vez que el calendario viene en rojo ANTONIO MACHADO LIBROS Sevilla es la ciudad española de peores índices lectores, muy por debajo de Málaga, Salamanca, Granada y Oviedo. Nuestra ciudad es más propicia para los bingos, las tragaperras y los bares, pero en absoluto para las librerías por menos de diez euros uno puede adquirir las obras completas de Tolstoi, Pérez Galdós, Balzac y Dostoievski. Qué paradoja: los clásicos en los quioscos y la morralla en las librerías. Los editores han abandonado por completo a los compradores de libros de fondo, concentrándose así en las novedades más comerciales. ¿Qué librería podría sobrevivir en un mercado editorial donde las novedades no duran más de tres días en los escaparates? Sin una sensibilidad educada en las escuelas, sin una correcta información cultural en los medios y sin librerías especializadas en clásicos o títulos de fondo, no me extraña que el pequeño librero esté en vías de extinción. Soy extravagante y pelín misántropo, pues no soy socio de ningún club, no tengo caseta de feria, no pertenezco a ninguna cofradía, no alquilo casa en la playa, no peregrino en ninguna romería y ni siquiera voy al cine; pero dedicaría encantado un dinero anual o mensual a sufragar alguna asociación literaria que sostuviera un programa de actividades culturales vinculado a una librería como Antonio Machado Libros. Muchas pequeñas librerías de Boston, Berkeley y Manhattan se sostienen gracias a esas iniciativas individuales, sin necesidad de recurrir a subvenciones o excepciones estatales. Si Carmen Reina y Carmen Estalricht quisieran crear la Hermandad de los Buenos Libros, aquí tienen un cofrade. LA MODERNIZACIÓN DEL RASTRO C UANDO, sin dejar de ser gallego y apenas sin darme cuenta, me convertí en madrileño voluntario tuve que aprender a convivir con el casticismo, una difícil experiencia para quienes, procedentes de las brumas norteñas y hechos a una sociedad más ceremoniosa y jerárquica, sentíamos la provocación del bullicio que es esencial a este gran pueblón manchego en el que sus lugareños podemos permitirnos el lujo de haber nacido en nuestro propio pueblo. Pronto aprendí, de verbena en verbena- -desde la de San Antonio de la Florida a la de San Cayetano- que Madrid, ciudad sin pretensiones, era capaz de darle ringorrango a un tinto de Valdepeñas con sifón y un par de aceitunas machacadas hasta superar el estilo y la clase de un canapé de beluga con champagne servidos en capitales de mayor postín. Madrid es un fenómeno singular. Junto a una ciudad administrativa, funcionarial y espesa que constituye el gran triunfo de lo público, de lo tasado y estricto, vive un pueblo llano incansable, fervoroso de devociones cambiantes e inacabable en sus ganas de vivir; es una sociedad que mira con recelo al Estado, a la Autonomía, al Ayuntamiento y a cualquier forma posible de poder y orden. Una sociedad ruidosa- -demasiado- incansable, litúrgica, abierta y siempre amenazada de recortes por los turnos de mando que, desde siempre, quieren organizar su natural y sabio desorden. Una de las expresiones de ese Madrid popular con las que el pueblo castizo santifica las mañanas de los domingos y demás días festivos es el Rastro, bendito sea. Desde la Plaza de Cascorro a la Ribera de Curtidores se levanta y se retira cada vez que el calendario viene en rojo un campamento de cerca de 2.000 tenderetes en los que puede comprarse una badila de brasero rico o una cerámica de alfar pobre, una mantilla con agujeros, un periquito, un capote militar distraído por un furriel o un tomo amarillento del Blanco y Negro. Ramón Gómez de la Serna lo ha contado mejor que nadie. Alberto Ruiz- Gallardón, el alcalde que cerrará la próxima semana el Teatro Español para remodelar lo recién remodelado, suele tener problemas con el casticismo de la ciudad que gobierna, quizás porque él procede de la otra media, de la menos aventurera y más sosegada casta de los funcionarios y, en consecuencia, tiene en proyecto la modernización del Rastro. Que las Vírgenes de La Paloma y de La Almudena, las dos, le amparen y que San Isidro le proteja; pero ese intento de toquetear el Rastro, de ordenarlo, ya les ha costado serios disgustos a alguno de sus predecesores. No hay razones culturales, económicas, estéticas, éticas ni de ninguna otra naturaleza para no conservar el Rastro tal y como es; pero no dejarlo como está, en la ensoñación de las gangas imposibles, en congreso de pícaros y jubilados, en mercadillo de absurdos y recuerdos, sería una inmensa insensatez. ¿Progresista? Tal vez. S porque son obligados a leer I nadie lo remedia, libros políticamente correcAntonio Machado Litos que las grandes editoriabros desaparecerá coles colocan en los colegios, mo desaparecieron las liconchavadas con maestros brerías Lázaro, Montparque imponen lecturas oligonasse, Renacimiento, Rialfrénicas como La hormiga to, Fulmen y La Roldana, solidaria o Abuelita es mi entre otras que ya forman FERNANDO tronca Y de la universiparte de nuestra educación IWASAKI dad mejor ni hablemos, sentimental e intelectual. Y pues el equipaje literario, antropolo más curioso es que mucha gente lógico, histórico y filosófico de alestá persuadida de que la culpa la gunos licenciados es casi testimotienen El Corte Inglés, La Casa del nial. Libro y la cadena de librerías Beta. Los periódicos también son resNo estoy en absoluto de acuerdo. ponsables de la desaparición de los Si hubiera que echarle la culpa a lectores, pues compensan la ausenalguien sería a la educación andacia de secciones y suplementos culluza, a los medios de comunicaturales con el regalo masivo de lición y a los editores. bros, lavando así su conciencia. La educación andaluza- escolar Quiero recordar que en Málaga y universitaria- ha fracasado en su hay dos suplementos culturales y cometido de promover la lectura, que en Córdoba persiste alguno, pesobre todo si comparamos nuesro en Sevilla todavía no sabemos tros índices con los de otras comuqué es eso. ¿Alguno de los diarios nidades como Madrid, Cataluña, que se ha hecho eco del inminente País Vasco y Valencia. Y Sevilla, cierre de Antonio Machado Libros en particular, es la ciudad españotiene un suplemento cultural dedila de peores índices lectores, muy cado a las novedades literarias, arpor debajo de Málaga, Salamanca, tísticas y musicales de Andalucía? Granada y Oviedo. Nuestra ciudad Alguno ni siquiera tiene redactoes más propicia para los bingos, res de cultura. Pero todos regalan las tragaperras y los bares, pero en bibliotecas consteladas de títulos absoluto para las librerías. Ahí esesenciales y definitivos. Los quiostá el caso de las escuelas, donde los cos de prensa se han convertido niños no huelen ni a Homero, ni a así en genuinas librerías donde Wilde, ni a Bécquer, ni a Melville, REVISTA DE PRENSA tán barajando tanto los servicios secretos españoles como los marroquíes. Tras hacer un pequeño balance de su currículum sanguinario, el diario recuerda que este marroquí de 36 años podría ser también el ideólogo de los atentados de Riad y Casablanca. Le Monde añade que las personas que han conocido de cerca a este individuo no salen de su asombro. Era un chaval divertido y educado al estilo europeo, comía cerdo y le gustaban las chicas reconoce un amigo suyo al diario parisino. Como muchos observadores, el diario no logra explicar la metamorfosis sufrida por Mejjati. Tras una frustrada carrera de Medicina en París, Abu Elías- -uno de los muchos apodos que tiene- -viajó a Afganistán donde se radicalizó. Le Monde baraja muchas posibilidades aunque no descarta que Mejjati puede haberse refugiado en el norte de Marruecos, lugar de donde son originarios varios terroristas del 11- M S. I. Sobre la pista que levantó ABC Todas las pistas llevan a Mejjati como posible cerebro de los atentados de Madrid. Tanto en España como en Marruecos, los servicios de seguridad creen que el ciudadano marroquí de madre francesa ha estado en Madrid tres días antes de los ataques. Citando a ABC, el periodista del vespertino parisino Le Monde Jean Pierre Tuquoi, gran conocedor del país alauí y autor entre otros del libro El último Rey afirma que la posibilidad de que Mejjati haya ejercido un papel clave en la preparación de los atentados, cada día cobra más fuerza. Le Monde estima que la información publicada en ABC coinciden con las líneas de investigación que es- Los costes de la segunda Intifada Un informe del Banco Central publicado ayer en el diario Maariv revela que la actual guerra contra el levantamiento palestino surgido en 2000 es una de las más caras en la historia del Estado israelí La cifra asciende a 18.000 millones de dólares, un gasto que sólo supera hasta ahora la Guerra Yom Kipur de 1973. Israel invirtió el año pasado en reprimir la Intifada, que dura tres años y medio, dos tercios de la ayuda estadounidense que recibe. Esto se traduce, en medio de la gran recesión, en perdidas de 15.000 millones de dólares con un 10 por ciento de población desempleada. Y sume en la miseria a Gaza y Cisjordania. M. C.