ABC MADRID 12-03-2004 página 6

6 Opinión VIERNES 12 3 2004 ABC M. MARTÍN FERRAND Todos los servicios de emergencia, estatales, autonómicos y locales, funcionaron a la perfección ESPAÑA MASACRADA No supone alivio ninguno saber que el asesino tiene otro nombre, por lo que nuestro respeto por los muertos y por sus familiares sigue siendo el mismo, y la rabia sigue siendo la misma, y la indignación la misma semejantes, siempre en MaAMBIA mucho drid, poco antes de unas la muerte de los elecciones, en una estamuertos en función de tren, con furgoneción de quién sea el que tas llenas de trampas... dispare? No. PregúntenseTan fácil que el mismo lenlo a las madres, a los hijos, dakari Ibarreche fue el pria los hermanos. No supone CARLOS mero en salir a los medios alivio ninguno saber que el HERRERA a condenar el atentado atriasesino tiene otro nombre, buyendo a ETA la autoría. por lo que nuestro respeto Tras él, los demás. Tras los demás, por los muertos y por sus familiala gente, la calle, la ciudadanía, la res sigue siendo el mismo, y la racual ha vivido un estallido de fubia sigue siendo la misma, y la inror difícilmente igualado en la hisdignación la misma. Otra cosa es toria moderna de nuestra nación. que, cuando escribo el suelto, las Al- Qaida mata infieles y ETA macosas evolucionen en otro sentido ta demócratas, e infieles y demóy algo nos diga que no ha sido cratas vienen a ser lo mismo para quien creíamos que ha sido y pueambos grupos, con lo que cualquieda ser quien no creíamos que pura de los dos puede haber sido el diera hacerlo. Si tras las mochilas asesino. cargadas de explosivo está el terrorismo islámico en lugar del vasco IEN se ha reivindicado de forsólo tengo que cortar y pegar y susma oportunista, bien uno de tituir a Josu Ternera por Bin Lalos dos le ha hecho el trabajo sucio den. Conviene tener prudencia y al otro, pero los muertos sí que son esperar a que concluyan las inveslos mismos y si no pueden ser utilitigaciones, pero valga adelantar zados en contra de unos tampoco que si el asesino es otro que ETA lo pueden ser en contra de otros. ello significará que España tiene Si ETA ha matado lo ha hecho al otro enemigo igual de cruel, de saestilo afgano- iraquí, tapándose tánico, de enloquecido que la orgalos ojos y dejando la dinamita; si nización nacionalista vasca. Es fáha matado Al- Qaida- -coincidiencil pensar, por otra parte, que las do con otro día once- -lo ha hecho bombas hayan llegado desde el sur usurpando el escenario favorito de Francia: ya lo han intentado de los etarras y copiando sus maotras veces y con características niobras habituales. Sigue valiendo, para uno y otro caso, la llamada a las urnas que se ha venido haciendo desde estas páginas y que configura la mejor y más radical respuesta de los ciudadanos en contra del terror: la democracia nunca puede dejarse amedrentar por el fuego y la ira, debe ser defendida con la soberanía del voto y conviene ser ejercida mediante la sublime consagración de las urnas. A votar, a votar el domingo, a reafirmar que ni unos ni otros podrán con nosotros, ni los recalcitrantes terroristas vascos ni los fanáticos islamistas que blanden el Corán en una mano y la metralleta en la otra. UEDE, insisto, que tengamos que desdecir parte de lo dicho, que debamos reorientar la rabia, pero aunque cambien los asesinos, los muertos siguen siendo los mismos y las consecuencias de la muerte siguen siendo las mismas para los familiares de aquellos que tomaron un tren a las siete de la mañana rumbo a la muerte, a la destrucción, a la sangre derramada. Sigue siendo la misma España la que sale a la calle a reafirmar su amor por su gente y su país. Sigue siendo la misma infamia la que guía la mano del criminal. Sigue siendo la misma solidaridad la que conmueve a los españoles de bien. Sigue el dolor, sigue la pena, sigue la cólera. Siga Dios bendiciendo sus almas y siga la justicia de los hombres persiguiendo a sus asesinos. TODOS A LAS URNAS AY una diferencia fundamental entre el 11- S, el bárbaro atentado que derribó las Torres Gemelas, y el 11- M, la masacre que ayer se llevó por delante a dos centenares de vecinos de Madrid. Son dos casos límite de terrorismo asesino e indiscriminado; pero, mientras en Nueva York los ciudadanos no llegaron a ver una sola gota de sangre, aquí las televisiones tiñeron de rojo sus programaciones. Cada cual puede, y debe, sacar sus propias conclusiones para valorar esa diferencia. Personalmente vivo la confusión entre el sentimiento ciudadano y la dedicación profesional. Lo pregunto porque no lo sé: ¿el descarnado tratamiento audiovisual de tan triste suceso, amplifica según sus deseos la acción de ETA? Sería capaz, con la misma convicción, de responder afirmativa y negativamente esa cuestión y ese asunto, cuando se serene el ánimo, exige uno de esos debates públicos que, con tanta voluntad, nos ahorramos en España. No es prudente, al hilo de la situación, confundir nacionalismo con terrorismo. El terrorismo vasco es una manifestación patológica de un nacionalismo caduco, tan socialmente activo como intelectualmente y moralmente injustificable; pero superponerlos es dotar a los asesinos de una suerte de cobertura política que no cabe en las mochilas repletas de explosivos con las que ETA, una vez más, se personó ayer en un proceso democrático. Las bombas han ampliado a tres días la tradicional jornada de reflexión. La que corresponde es la de acudir a las urnas. Ésa es la mejor, más cívica y útil respuesta a la provocación etarra. La única que puede contribuir a la erradicación total de la banda. Para esta tarde el Gobierno ha convocado una manifestación multitudinaria para, unidas todas las fuerzas democráticas, expresar de manera unívoca y rotunda la repulsa a ETA, sus amigos y beneficiarios. No es frecuente, ni normal tan siquiera, que sean los Gobiernos los convocantes de las manifestaciones populares. Su tradición concuerda con el impulso contrario; pero, tampoco es normal que un grupo asesino apague las palabras de los líderes democráticos en plan liturgia electoral. Valga la excepción con el límite de una cabecera plural al frente de la manifestación. Ni el asesinato ni su repulsa pueden tener sentido y alcance democrático o utilización política. El único consuelo que nos trajo la dolorosa jornada de ayer fue el comprobar que todos los servicios de emergencia, estatales, autonómicos y locales, incluso privados, funcionaron a la perfección y, al tiempo, poner en evidencia la madurez, solidaridad y buen sentido de una sociedad que, aunque muy castigada por el terrorismo y el disparate de sus mentores, no quiere confundir venganza con justicia. Ahora sólo resta votar como ciudadanos, rezar como vecinos, llorar como personas y esperar que las Policías y la Justicia cumplan con su trabajo. Amén. H ¿C P B Agotada la edición especial de ABC En tan sólo unas horas, ABC agotó en la tarde de ayer el número especial que sacó a la calle con motivo de los atentados etarras de Madrid, que se saldaron con la mayor matanza terrorista jamás vivida en España. Cinco horas después de la primera explosión, los lectores de Madrid y Sevilla ya podían encontrar en los quioscos la más completa información posible sobre el brutal acontecimiento. Este número especial contaba con las primeras imágenes de lo ocurrido en las madrileñas estaciones de Atocha, El Pozo del Tío Raimundo y Santa Eugenia. Asimismo, se incluían todos los datos disponibles en ese momento (por entonces se habían contabilizado 130 muertos) reportajes realizados a pie de calle, con testimonios de las víctimas y afectados, y toda la documentación necesaria para entender las dimensiones reales y el alcance de la masacre provocada por los terroristas. En el terreno de la opinión, además de un artículo editorial a toda página, Con España, con la Constitución, con las víctimas la Tercera- -escrita por Jon Juaristi, Madrid, 11 de Marzo y la Quinta, del director de ABC, José Antonio Zarzalejos Nuestro sangriento 11- M la edición especial contaba con las firmas de Mingote, Jaime Campmany, César Alonso de los Ríos, Carlos Herrera, Ignacio Camacho y Martínmorales, así como las primeras cartas de lectores recibidas en ABC con sus testimonios y sentimientos. A lo largo de treinta páginas, ABC recorría con urgencia los escenarios de la tragedia y reflejaba las primeras manifestaciones de los líderes políticos, así como los efectos colaterales de la matanza en el extranjero, el sistema de telefonía y el mercado bursátil, sacudidos por la noticia, que nuestra portada, a toda página, calificaba de Masacre en Madrid Asimismo, y como colofón, se daba cuenta del seguimiento que las cadenas de televisión y radio hicieron en directo del que ya es el día más triste de la historia reciente de España.