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Las teorías alternativas sobre la patria de Colón a debate hace un siglo

El periódico convocó un concurso internacional para premiar al estudio que demostrara que el descubridor de América era español

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Dos de las teorías alternativas al origen genovés de Cristóbal Colón que se confrontarán en los próximos meses con el ADN del descubridor del Nuevo Mundo, gracias al proyecto impulsado por el catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, son viejas conocidas de este periódico, ya que se divulgaron hace un siglo entre sus páginas.

Durante su estancia en Caldas de Reyes en agosto de 1919, la ilustre escritora y periodista gallega Sofía Casanova describió la imponderable hermosura de Pontevedra y se hizo eco de una «leyenda que apasiona como realidad. Colón en Porto Santo, Colón nacido allí y huyendo niño para ocultar su origen israelita...». De los estudios de Celso García de la Riega y otros eruditos que señalaban Pontevedra como lugar de nacimiento del almirante ya se había escrito antes y se hablaría mucho más aún después, a raíz del sonado concurso

que organizó Torcuato Luca de Tena en 1926 y que premiaba con 50.000 pesetas de aquel entonces al mejor trabajo que, a juicio de un Tribunal arbitral internacional, demostrara la nacionalidad española de Cristóbal Colón.

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El debate sobre la patria de Colón había reverdecido por aquel entonces y la tesis gallega había llegado a ser debatida en el Congreso de los Diputados. ABC contaba que « intervino alguna vez la Academia de la Historia, con dictamen o informe que, para muchas gentes no tenía la fuerza de una conclusión probada y definitiva; menudearon los conferenciantes y los partícipes de la controversia periodítica y no faltaron entre éstos los que reclamaban la gloria para comarcas tan opuestas como Extremadura y Cataluña».

Era un tema tentador para un concurso amplio y excepcional y el director de ABC, convencido de la tesis de que Colón era español, decidió abrirlo. Dieciocho trabajos optaron al elevado premio y aunque alguno se reconoció como meritorio, el tribunal internacional -integrado por personalidades de la época de Francia, Uruguay y Portugal (el embajador de Italia se excusó), así como por Francisco Rodríguez Marín, director de la Biblioteca Nacional y miembro de la Real Academia Española y de la de Historia- estimó que debía declarar desierto el premio. El fallo, que se dio a conocer el 22 de noviembre de 1928, señalaba que ninguno de los trabajos presentados permitía afirmar que Colón era español, aunque, a su juicio, algunos ofrecían argumentación sólida contra la versión más extendida de que era genovés.

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Eduardo Esteban Meruéndano, presidente de la Asociación Cristóbal Colón Galego 'Celso García de la Riega, asegura que hubo presiones políticas para silenciar la discusión sobre el origen de Colón ante la inminente celebración de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929. «No había que entrar en disputa con la Italia de Mussolini», explica.

Durante años, la tesis gallega cayó en el olvido, castigada por la posible falsificación de unos documentos presentados por Celso García de la Riega a finales del siglo XIX, donde figuraban los apellidos 'Colón' y 'De Colón', al igual que en 'Las Capitulaciones de Santa Fe'. Se estimó que habían sido manipulados con una pluma metálica, desconocida en los siglos XV y XVI, y con tinta más reciente. La legitimación de esos documentos por el Instituto del Patrimonio Cultural de España en 2013 ha dado nuevas alas a esta teoría. «El IPCE dictaminó que habían sido reavivados con técnicas de la época, que en aquel momento eran las utilizadas para que leyeran mejor, no con afán de engaño», asegura Esteban. La teoría gallega esgrime ahora más documentos y la inscripción de una cruz en piedra próxima a la supuesta casa natal de Colón con la inscripción «R Juan de Colón 1490».

Hallazgo de un documento

En ABC, apenas tres años después del fallo del famoso concurso de las 50.000 pesetas, se publicaba el «hallazgo de un documento revelador» que apuntaba de nuevo a una cuna española de Colón. Un bibliófilo y arqueólogo de Milán se había puesto en contacto con Manuel Rubio Borrás, jefe de la Biblioteca Universitaria de Barcelona. Aseguraba tener en su poder «un documento muy importante para la historia de Cataluña, puesto que se trataba de una caarta en la cual quedaba, por fin, y bien claro, que Cristóbal Colón era catalán».

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El documento había sido encontrado en 1929 debajo de una de las guardas de un libro de 1558 que debió de pertenecer a la Biblioteca de los Borromeos y que el bibliófilo milanés había comprado a un vendedor ambulante. En el escrito, cuyo contenido reprodujo íntegramente este periódico, Juan Borromeo decía manifestar la verdad que había conocido por medio de Pedro Mártir de Angleria, tesorero de los Reyes Católicos. «Quiero tener perpetua memoria confiando a la Historia ser Colonus Cristophores de Mallorca y no de la Liguria», decía, argumentando que, por política y religión, a «Juan Colón» le habían aconsejado fingir ser el genovés Cristóbal Colón antes de pedir ayuda a los Reyes Católicos. «Y diré también ser Colón equivalente a Colombo, porque habiendo descubierto que vive en Génova un cierto Cristophore Colombo Canajosa, hijo de Domingo y Susana Fontanarrosa, no se había de confundir con el navegante de las Indias occidentales», finalizaba el documento, fechado en Bérgamo en 1494.

Traslado de la estatua de Colón+ info
Traslado de la estatua de Colón

Esta confidencia reforzaba la tesis mallorquina del origen de Colón, que ya algunos historiadores de entonces habían señalado, según la cual el descubridor de América nació en Felanitx en 1460 y era hijo natural de don Carlos, príncipe de Viana (hermano del rey Fernando el Católico) y de la mallorquina Margalida Colom.

Según el historiador Gabriel Verd Martorell, presidente de la Asociación Cultural Cristóbal Colón, su teoría «tiene mucha coherencia» ya que en 'las Capitulaciones de Santa Fe' además de nombrar Almirante, Virrey y Gobernador General a Colón se le concede el título de 'Don' que estaba «reservado a los miembros de la Casa Real». El cargo de Gobernador General también se concedía a personas de sangre real. «¿Por qué Colón pide estos cargos al Rey? Porque pensaba que era algo que le pertenecía», explica Verd antes de señalar otras «pistas», como el nombre que el descubridor dio a la isla Margarita y que escribió en mallorquín, 'Margalida'.

«Entre Colón y el Rey hubo un pacto de silencio y se creó la pista falsa de genovés», sostiene este historiador. Verd cree que las próximas investigaciones genéticas que se van a llevar a cabo y para las que su tesis aporta los huesos de un hijo de Alfonso el Magnánimo, tío del Príncipe de Viana, así lo corroborarán. Ha llegado el momento de que «hablen los huesos». «Estamos cerca del final. Es emocionante», confiesa.

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