La historia del primer jugador negro del Real Madrid: el inventor de la folha seca que no se adaptó a España
En el Mundial de Suecia de 1958 había sido nombrado mejor jugador del torneo y en el de Chile, en 1962, siguió gozando de gran protagonismo
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La consagración del Real Madrid como club hegemónico gracias a las cinco Copas de Europa consecutivas que obtuvo entre 1955 y 1960 coincidió con el ascenso de la otra gran marca del deporte rey: la selección de Brasil, campeona de dos mundiales en esas mismas fechas. Deseoso de unir ambas equipos de leyenda, Santiago Bernabéu intentó sumar a Pelé al tándem formado por Di Stéfano, Puskas o Gento.
Bernabéu, que había asistido con ojos asombrados al Mundial de Suecia, quería continuar con el desembarco de brasileños que durante toda la década estaban llegando a la liga española. Solo cuando certificó lo imposible que era fichar al genio de Santos o Garrincha, el presidente blanco puso sus ojos en Waldir Pereira 'Didí', por el cual pagó 80.000 dólares tras unas negociaciones veraniegas convertidas en «una verdadera novela».
El primer jugador negro en la historia del Madrid, pionero de una larga serie de jugadores de leyenda y creatividad brasileña que hoy encarna Vinicius Junior, llegó al equipo español convertido ya en una estrella del fútbol mundial y en un maestro del pase en largo cuando los balones eran duros e indomables trozos de cuero. A lo largo de su carrera, lograría 113 goles en 313 partidos como profesional.
+ infoEn el Mundial de Suecia de 1958 había sido nombrado mejor jugador del torneo y en el de Chile, en 1962, siguió gozando de gran protagonismo. Suyo fue el mérito de marcar el primer gol en la historia del Maracaná el día de su inauguración. Por todas estas razones, Didí fue visto como el heredero natural de Kopa, que se marchó ese mismo verano, y no porque ocuparan la misma posición del francés, sino por su talla mundial. Con el Real Madrid, sin embargo, jugó jugó una sola temporada, la que culminó con la conquista de la quinta Copa de Europa en la temporada 1959-60. En ese curso dejó muestras de su talento como mediocentro organizador, su elegancia conduciendo el balón y su particular forma de golpearlo, pero no logró adaptarse.
Para muchos Didí, que falleció en mayo de 2001 a los 72 años debido a un cáncer de hígado, fue el inventor del disparo con efecto de folha seca que hoy en día practican futbolistas como Cristiano Ronaldo o Asensio. El brasileño ‘patentó’ esta técnica que provoca un efecto extraño (y desesperante para los porteros) en el centro del balón para evitar sentir dolor después de haber sufrido una lesión en un tobillo.
Una temporada en caída
La primera vez que lo ejecutó fue en 1956, en un partido contra el América de Río, cuando hizo que un balón que parecía perderse por encima de la portería bajara de pronto a gran velocidad hacia los tres palos. En España marcó la primera de sus folha seca en el Trofeo Carranza y poco más tarde en un partido de liga ante el Espanyol, en el Bernabéu. Di Stéfano intentó descubrir el secreto de su tiro, pero, como buen mago, él se negó a desvelar su truco. De manera autodidácta, el hispanoargentino logró endosar un gol al Milán en la Copa de Europa de 1964 con una versión propia de este tiro años después.
En el Real Madrid, el brasileño no terminó de cuajar y sus números se quedaron en seis goles, a pesar de ser uno de los protegidos del entrenador Fleitas Solís, también brasileño. Le sobraba talento, pero le faltaba compromiso con un equipo que ya tenía a varios jugadores liberados en ataque y donde a veces había que jugar en campos de dudoso estado a varios grados bajo cero (el brasileño odiaba el frío). «Yo era el delantero centro, él era el interior, y resulta que yo tenía que alimentarle a él de balones», le criticaría veladamente Di Stefano. Durante su única temporada jugó dieciocho partidos de liga y ninguno de la Copa de Europa ni de la Copa, en la que no podían jugar extranjeros.
Además, no ayudó a su adaptación a España que su esposa, Doña Guiomar, criticara en Brasil a la prensa madrileña, a la que acusó de estar comprada por los jugadores veteranos del equipo blanco. Aquello colmó la paciencia del club y Didí regresó a Brasil.
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