Archivo ABC
Archivo

El dinosaurio que sorprendió a los madrileños hace un siglo

El millonario y filántropo Andrew Carnegie regaló una réplica de un Diplodocus al rey Alfonso XIII, quien lo cedió al Museo de Historia Natural

Madrid, 02/12/1913. En el Museo de Historia Natural. S.M. la Reina doña María Cristina (x), acompañada de S.A. la Infanta Beatriz, inauguraron la exhibición de la reproducción del esqueleto de Diplodocus Carnegii, réplica del esqueleto conocido como Dippy, que se encuentra en el Carnegie Museum of Natural History de Pittsburgh.+ info
Madrid, 02/12/1913. En el Museo de Historia Natural. S.M. la Reina doña María Cristina (x), acompañada de S.A. la Infanta Beatriz, inauguraron la exhibición de la reproducción del esqueleto de Diplodocus Carnegii, réplica del esqueleto conocido como Dippy, que se encuentra en el Carnegie Museum of Natural History de Pittsburgh. - Julio Duque
Actualizado:

En 34 cajas que pesaban 4.082 kilos llegó a España en 1913 un colosal regalo que despertó enorme admiración en Madrid. Aún lo sigue despertando a cuantos visitan el Museo de Ciencias Naturales en Madrid. El millonario y filántropo Andrew Carnegie había obsequiado a Alfonso XIII con una réplica exacta del esqueleto de un Diplodocus carnegii, descubierto en 1899 en Wyoming (Estados Unidos), conocido como Dippy.

Andrew Carnegie+ info
Andrew Carnegie

El «Rey del Acero» era un personaje singular. De orígenes muy humildes, consiguió crear un verdadero imperio industrial que le hizo inmensamente rico. La revista Forbes, de hecho, le considera la segunda persona más rica de la historia, tras John D. Rockefeller. Al final de su vida decidió vender sus negocios (a J.P.

Morgan) y dedicar su fortuna a obras de filantropía, sobre todo relacionadas con las bibliotecas y la educación. Valoró siempre la importancia de la lectura en su formación y en la creación de su carácter, por lo que quiso que otros pudieran llegar al libro como él. En 1899 financió la expedición que encontró los restos del Diplodocus y en honor a su mecenas se bautizó al animal antediluviano con su apellido.

El original se exhibe desde entonces en una de las instituciones que creó, el Museo de Historia Natural de Pittsburgh, fundado en 1896. Carnegie financió después otras reproducciones del esqueleto, que regaló a Eduardo VII, al emperador de Alemania, al presidente de Francia, al emperador de Austria, al rey de Italia o al zar de Rusia y pasaron a exhibirse en los principales museos de Historia Natural del mundo.

A Alfonso XIII le envió otra de las réplicas de la osamenta de este animal herbívoro de siete metros de altura y 24 de longitud, que el Monarca cedió al Museo de Historia Natural.

+ info

El director del Museo de Pittsburg, el doctor Holland, se desplazó a Madrid con un grupo de montadores para instalar el colosal esqueleto en una sala contigua al museo, ya que éste carecía de una sala del tamaño suficiente.

La reina Doña María Cristina y la Infanta Beatrizinauguraron el 2 de diciembre de 1913 la exhibición de la réplica en el Museo de Historia Natural de Madrid, el actual Museo de Ciencias Naturales. Según destacó el MNCN-CSIC con motivo de su centenario en 2013, la reproducción de Dippy «se convirtió en uno de los referentes más importantes que contribuyó a acercar la Paleontología a la población española».

Ver los comentarios