BP colocará una campana metálica antes de que acabe la semana. El sábado pasado ya instaló un dispositivo similar, que fracasó.
Imagen de la fuga principal del vertido | REUTERS
La petrolera británica BP colocará una campana metálica a finales de esta semana para intentar sellar la fuga de crudo por donde desde finales de abril se vierten 5.000 barriles de petróleo al día a las aguas del Golfo de México.
El director de operaciones de la petrolera, Doug Suttles, confirmó en rueda de prensa que mañana se tratará de llevar a cabo la operación, para lo cual la campana ya ha sido trasladada en barco al punto donde se produjo la fuga. Será el segundo intento de tapar la fuga con un mecanismo similar. En la primera ocasión, el sábado pasado, la campana se sumergió en el agua después de que se formaran bajo ella cristales de metano, una sustancia viscosa y extremadamente inflamable. Esta vez, la campana es de menor tamaño, con lo que los técnicos de BP prevén superar los problemas del anterior dispositivo.
BP ha conseguido instalar un nuevo contenedor sobre la hasta ahora imparable fuente principal de petróleo situada a unos 1.500 metros de profundidad.
Fallo mecánico
La investigación iniciada por el Congreso de EE.UU. sobre el masivo vertido de crudo sufrido en las últimas cuatro semanas por las aguas del Golfo de México ha llegado a la conclusión de que una fuga hidráulica impidió la efectiva activación del mecanismo de seguridad destinado a sellar en caso de emergencia el pozo operado por British Petroleum (BP). Instalaciones que estallaron el pasado 20 de abril, causando la muerte de once operarios.
La divulgación de estas conclusiones, que apuntan una cierta negligencia por parte de BP, ha coincidido ayer con una propuesta legislativa de la Casa Blanca para ayudar a las víctimas de la actual catástrofe. La iniciativa obliga a que las petroleras asuman una mayor responsabilidad económica ante siniestros en pozos submarinos.