>>Blanca Borda, psicóloga.
Por Mar Gámez
¿Cómo podemos saber si estamos en ese porcentaje de trabajadores afectados por el síndrome postvacacional?
Debemos de conocer sus síntomas y comprobar si son similares a nuestro estado de ánimo durante los primeros días de la vuelta al trabajo. Es importante que conozcamos cómo se manifiesta. Deberemos saber que la desmotivación, la tristeza, la astenia, la apatía, la ansiedad, la irritabilidad o los cambios de humor son algunos de sus síntomas más frecuentes.
¿Por qué se produce?
Porque en vacaciones dedicamos un elevado porcentaje de nuestro tiempo al ocio, a hacer las cosas que nos gustan. Pasamos gran parte de nuestras vacaciones con la gente a la que queremos y dejamos a un lado gran parte de nuestras responsabilidades. Cuando volvemos nos tenemos que adaptar a nuestro horario de trabajo, a la rutina... Es normal que nos resulte complicado.
¿Qué aconseja para prevenirlo?
Lo mejor es repartir las vacaciones en dos períodos de quince días, en vez de tomarse un mes de descanso entero, y volver a nuestra ciudad de residencia varios días antes de comenzar a trabajar de nuevo.
¿Se le podría definir como “depresión” o resulta más apropiado utilizar la palabra “síndrome” ?
En mi opinión no se trata de una depresión porque no estamos hablando de una enfermedad. Hablamos de un síndrome, es decir, de algo mucho menos serio.