>> Valentín Martínez-Otero, Doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
Por Mar Gámez
¿Se puede hablar de “depresión postvacacional” o prefiere utilizar la palabra “síndrome”?
Generalmente hablamos de síndrome y no de depresión postvacacional porque no se trata de un cuadro químico propiamente dicho. Nos referimos a un conjunto de síntomas psíquicos y físicos que suelen desaparecer a las dos semanas. Aunque si éstos persisten más tiempo, quizá sí deberíamos pensar en otro tipo de problema como, por ejemplo, una depresión o un estrés de mayor entidad.
¿Qué porcentaje de población lo sufre?
Lo experimenta gran parte de la población, pero resulta complicado establecer un porcentaje.
¿Qué personas son más propensas a padecer este síndrome?
Aquellas personas inadaptadas en su trabajo, que no se sienten realizadas con su oficio o tienen problemas para relacionarse con sus compañeros –jefes o subordinados–. También es bastante habitual entre aquellos que realizan tareas estresantes o peligrosas. Aunque se trata, sobre todo, de un problema de personalidad y afecta a aquellas personas con una autoestima baja, pocas habilidades sociales o muy competitivas.
¿Cómo se puede superar?
Se debe tomar conciencia de que es un estado temporal y, por tanto, pasajero. Conviene no preocuparse demasiado, evitar la sobrecarga de trabajo en los primeros días, disfrutar del tiempo libre durante los fines de semana e intentar mantener una relación saludable con los compañeros de trabajo. También es recomendable poner una nota de creatividad a nuestras ocupaciones diarias y contar con un proyecto de trabajo que nos ilusione y de dé cabida a los demás.