10 años de Wikipedia
Con motivo del décimo aniversario de la gran enciclopedia online, expertos y profesionales de internet reflexionan para ABC sobre lo que ha supuesto esta obra creada por los propios usuarios en el mundo de la cultura digital y los retos que deberá afrontar en el futuro.
Sonia Blanco
bloguera y profesora de la Universidad de Málaga
Modelo para la comunidad educativa
Wikipedia es el mejor ejemplo de que la inteligencia colectiva y la inteligencia compartida son conceptos válidos y a tener muy en cuenta. Wikipedia ha demostrado que el saber compartido por muchos usuarios puede ser tan bueno o mejor que el de un grupo de expertos especializados. Y también es un ejemplo de cómo los usuarios no sólo quieren aprender, sino que entienden que para seguir aprendiendo deben formar parte activa del proceso educativo y compartir sus conocimientos, enriqueciendo así la conversación global que supone la Web 2.0.
Aunque también debemos tener en cuenta que, este afán del ciudadano por compartir conocimiento no ha podido evitar que en los últimos tiempos Wikipedia parece tener problemas ya que el número de usuarios que contribuyen a crear contenido está decreciendo a un ritmo alarmante, y se pone en cuestión si será posible mantener un ritmo de actualización adecuado. Máxime si tenemos en cuenta que sólo el 10 por ciento de los colaboradores son los que generan el 90 por ciento del contenido.
En cualquier caso, también merece la pena destacar, que al amparo de esta iniciativa, este sistema de publicación ha encontrado un campo fértil de expansión en entornos educativos y de investigación. Uno de los casos más llamativos es el Wiki creado sobre la Gripe A/H1N1 en plena efervescencia de la enfermedad, donde distintos investigadores han puesto en común sus descubrimientos y así pueden avanzar más rápido al compartir información.
Esto también ha cambiado el modo en que los científicos se comunican con la sociedad, dado que antes dependían de las prestigiosas publicaciones cuyos procesos de filtrado suponían a veces esperas de meses para ver publicados los resultados de una determinada investigación, mientras que ahora, vemos un ejemplo más de cómo el publicar y compartir ese conocimiento aporta beneficios no sólo para la comunidad científica, sino además para la sociedad, que en definitiva es la destinataria final de esos trabajos.
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