El 22 de mayo se presenta como una oportunidad histórica para que el PP recupere el mando de la Comunidad, tras ocho años de gobiernos PRC-PSOE. Y es que tan solo un diputado separa la mayoría absoluta de Ignacio Diego de tercer pacto Revilla con los socialistas.

Los populares lograrán en las elecciones entre 18 y 19 diputados, es decir, uno o dos más que en 2007, al sumar el 43,4% de los votos (casi dos puntos más que en los anteriores comicios). Sin embargo, este empuje no es suficiente para conquistar la mayoría absoluta, que en el Parlamento cántabro se logra con 20 escaños. Si no supera esta barrera pero se queda al borde de la misma, Diego ya anunciado que reclamará su derecho a gobernar en minoría.

El repunte del PP será a costa de la caída tanto de Miguel Ángel Revilla (PRC), que perderá un asiento en la Cámara hasta colocarse con 11, como del PSOE de Dolores Gorostiaga, que también bajará un escaño o se mantendrá con los diez actuales y seguirá siendo la tercera fuerza de Cantabria. Los socios de gobierno se repartirán el 50,4% de las papeletas (el PRC el 28,4% y el PSOE el 22%) y no se prevé la entrada de nuevos partidos en la Cámara.

El auge de la formación que lidera Diego en detrimento de la coalición PRC-PSOE obedece, además de a la crisis económica y la escalada del paro ?que ha pasado de 20.000 desempleos en 2003 a casi 50.000 en la actualidad?, al incumplimiento de compromisos del Estado con la región, como la financiación de las obras del Hospital Valdecilla, y a la anulación o paralización de obras públicas trascendentales, como el AVE, que sigue sin licitarse.