La Sierra de las Nieves: un Parque Nacional contra la despoblación

Un paso. Sólo queda un paso más para que la Sierra de las Nieves malagueña sea declarada Parque Nacional y se convierta en el tercer reconocomiento de este tipo tras Sierra Nevada y Doñana. «No sabemos exactamente cuándo se producirá, pero sólo queda pendiente su aprobación en el Congreso de los Diputados», explica a ABC Rafael Haro, director del todavía Parque Natural de la Sierra de las Nieves (su protección es ahora meramente autonómica), cuando discurre por uno de los senderos que sale del mirador de Luis Ceballos en Yunquera, uno de los ocho pueblos que aporta las 23.000 hectáreas que van a recibir la máxima protección. Una zona paradisiaca golpeada por la despoblación, donde el Instituto Nacional de Estadística asegura que sus censos han perdido en torno al 10 por ciento de sus habitantes en la última década. La nueva protección del entorno natural puede ser una oportunidad para cortar esa hemorragia. Benahavís, El Burgo, Istán, Monda, Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera están integrados dentro del propio parque, mientras Alozaina, Casarabonela, Guaro, Igualeja, Ojén y Serrato están en la periferia protegida. Una masa demográfica cercana a los 65.000 habitantes que esperan una revitalización en los próximos años. «Será una oportunidad. Es la única que queda», señala José Antonio Vízquez, delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Málaga y exalcalde de Yunquera.«Desde que se anunció que iba a ser Parque Nacional se ve más flujo de visitantes»En los catorce municipios la sensación es que el nombramiento como Parque Natural en 1989 fue una losa sobre las economías locales. «Sacó a los trabajadores del monte, se quedaron sin empleo y se fueron. Esperamos que ahora ser Parque Nacional ayude a revertir esa situación», añade Vízquez, que propone, entre las soluciones, desarrollar un módulo de grado medio de agente forestal en los institutos de estos municipios. «Vendrán jóvenes a estudiar, que vivirán todo el año y harán sus prácticas en el Parque Nacional. Así muchos se quedarán trabajando y viviendo en la Sierra de las Nieves», apunta el delegado de Medio Ambiente. Los municipios también esperan más turismo e inversiones en empresas que generen empleos ligados al parque. La Junta de Andalucía ya tiene hecha una relación de puestos de trabajo para contratar a 28 personas de refuerzo en la zona protegida cuando se produzca la declaración. «Desde que se anunció que iba a ser Parque Nacional se ve más flujo de visitantes. Hay más turistas en el parque y harán falta infraestructuras, que repercutirán en más empleo en los municipios», afirma Rafael Haro.Una senderista frente a una de las laderas llenas de pinsapos - Francis SilvaEl futuro Parque Nacional necesitará la creación de centros de visitantes y de interpretación, al menos un aula de la naturaleza, más miradores, mejoras de los accesos, senderos e infraestructuras de comunicación, así como lugares para albergar a los equipos de investigación, que desde varias universidades ya se interesan por estudiar este entorno privilegiado con el 65 por ciento del pinsapar ibérico, autóctono de la zona. «Ofrece un paisaje de abetos como los del norte de Europa, pero en el sur y cerca del mar», explica José López Quintanilla, director del plan de recuperación de los pinsapos del Gobierno andaluz, mientras muestra el ciclo vital del bosque con árboles que mueren para que otros vayan tomando su lugar. Entre pinsapos, quejigos, enebros o pinos explica que este tipo de abeto necesita frío y humedad, algo que ofrece la Sierra de las Nieves, desde cuyos miradores, con nombre de estudiosos y guardas forestales, en los días claros se pueden ver las costas de África.«Ofrece un paisaje de abetos como los del norte de Europa, pero en el sur y cerca del mar» En la Sierra de las Nieves hay más de 1.400 especies botánicas con una gran diversidad de fauna con 150 tipos de aves, como el águila real, la perdicera, el halcón peregrino o el búho real. En sus ríos hay anfibios, reptiles y una especie de cangrejo autóctono, que dan la bienvenida a los mamíferos, como la cabra montesa o el corzo, cuando van a beber.Además de su patrimonio geológico con cuatro de las simas más grandes de Andalucía y con una gran variada de caliza, sedimentos y peridotitas, que proceden del manto de la tierra. «Esa riqueza en el sustrato hace que haya muchos nutrientes para el bosque, que en muchas partes eran cultivos, como viñas, hace 200 años», señala Quintanilla. Un espeleólogo explorando la Sima del Aire - Miguel A. BenítezEcosistema que fue declarado Parque Natural en 1989, para ser también Reserva de la Biosfera en 1995, además de ser designado como Zona Especial de Conservación en la Red Natura 2000. En 2011 empezaron los estudios de viabilidad para solicitar su paso a Parque Nacional. Se recuperaba entonces la idea de surgida en 1918 y que la Guerra Civil truncó en 1934. En 2021 se espera conquistar esta ansiada meta tras una tramitación que arrancó en 2015 de la mano de la Junta de Andalucía, la Reserva de la Biosfera, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales y los ayuntamientos de la zona.En Tolox, que aporta un tercio de la extensión del futuro Parque Nacional con 7.000 hectáreas, las inversiones ya se hacen notar. «Hay proyectos para hacer tres campings: uno de lujo, otro de bungalós y uno más con casa portátiles. Además, ya tenemos pedidas licencias para la creación de hoteles rurales», afirma Bartolomé Guerra, alcalde de este municipio, donde está el salto de agua más grande del Parque Natural, la Cascada de la Regina. «La fibra óptica nos ha hecho ganar población desde el pasado confinamiento»Pueblos que se preparan con buenas conexiones para aprovechar el teletrabajo. La fibra óptica para una buena cobertura de internet será primordial. «La fibra nos ha hecho ganar población desde el pasado confinamiento. El teletrabajo y las buenas conexiones a internet hacen que la gente se vaya de la ciudad a estas áreas rurales. Con la declaración de Parque Nacional eso puede seguir creciendo», añade el alcalde Guerra. Los regidores creen que las oportunidades surgirán en cada municipio, dependiendo de lo que cada uno pueda ofrecer. Hay quien también apuesta por revitalizar las empresas forestales para cuidar del monte, aprovechando que estos pueblos van a recibir millones de euros anuales para cuidar la zona protegida. Estudios, diagnósticos, veterinarias, trasformación de biomasa o viveros, como los desaparecidos de El Burgo, que fueron parte de las primeras reforestaciones que dieron pie al bosque que ahora se va a hacer Parque Nacional. Una pareja discurre por unos de los senderos del Puerto del Saucillo en Yunquera - Francis SilvaMiel, queso, aceite, carnes, cerezas… Los productos de la zona, que en muchos casos salen de pequeños minifundios, podrían tener un salto de calidad o un sello diferenciador que les permita subsistir. «Es otra forma de arraigar a la población. Tenemos un sector primario muy importante al que podemos dotar un sello de calidad bajo el paraguas del Parque Nacional. Eso también nos generará oportunidades para que nuestros vecinos se queden en los pueblos y no se marchen», afirma José Juan García, alcalde de El Burgo. Una industria sostenible alrededor de una joya natural incomparable, que debe ser preservada. «No es un parque temático», avisa Rafael Haro, quien explica que el bosque está «en su mejor momento» con un ciclo vital que lo hará resistir a los siglos, pero que hay que cuidarlo. «No tenemos sobrecarga de visitantes, pero hay que estar vigilantes. Si es necesario y el turismo se desborda, habrá que instalar sistemas de lanzaderas para llegar a ciertos lugares o restringir el número de visitantes a algunas zonas que se masifiquen», señala el director del parque.«Si el turismo se desborda, habrá que instalar sistemas de lanzaderas o restringir el número de visitantes» Ya están acostumbrados a gestionar grandes desembarcos de visitantes. El año pasado, superado el confinamiento, los cierres perimetrales entre comunidades autónomas por la pandemia han hecho que en ciertos momentos se multipliquen las visitas, además del efecto llamada de la declaración como Parque Nacional. «La gente de los pueblos respeta, pero cuando abren las capitales, sobre todo Málaga y Sevilla, se nota muchísima gente. Tenemos que regular y restringir el tráfico, así como habilitar zonas. Hay tanta gente como cuando nieva, que es el momento de más afluencia y hay habilitar zonas en los pueblos para aparcar», explica Andrés Madrid, coordinador de los once agentes forestales que hay en la Sierra de las Nieves para cuidar el que será el decimosexto Parque Nacional de España.

La Sierra de las Nieves: un Parque Nacional contra la despoblación

Los catorce municipios de esta zona de Málaga han perdido entorno al 10 por ciento de sus vecinos en la última década

Límite de sesiones alcanzadas

Has superado el límite de sesiones