NUEVO MADRID
Nace una nueva Ciudad equilibrada y sostenible (II)

Los dos by-pass construidos en la zona norte y sur acortan la distancia de los desplazamientos lo que se traduce en un ahorro de combustible, tiempo y emisiones contaminantes.
La creación de los túneles y by-pass contribuye no sólo a la fluidez del transporte privado sino que también el público se verá beneficiado. Sin ir más lejos en el nudo de la A2 Avenida de América los autobuses urbanos realizan cada día 2.900 desplazamientos, los vehículos pesados 28.400 y los taxistas 33.700 a los que se suman los vehículos particulares. Ahora con las obras ya finalizadas en este tramo con la construcción de dos viaductos y tres pasos inferiores se ofrecen hasta 13 opciones de desvío e incorporación mejorando la circulación en esta zona y las conexiones con el Corredor del Henares. En cifras estas mejoras se traducen en un ahorro de 708 millones de horas de viaje y 400 millones de litros de combustible en 30 años; reducción de las emisiones de CO2 de 35.000 toneladas en 2007 y hasta 64.800 toneladas anuales en 2037 y la creación de un parque urbano de 50 hectáreas en la ribera del río.
Traducido en euros, el ahorro en horas de desplazamiento suponen 1.080 millones de euros en 20 años y los 12 millones de litros de combustible al año que se ahorrarán supondrán más de 190 millones de euros las próximas décadas.
Menos accidentes
Uno de los primeros efectos que se han a empezado a constatar tras la inauguración de las primeras actuaciones es la reducción de la accidentalidad, como consecuencia de haber sido eliminados los puntos negros de la carretera, mejorado los firmes y la señalización, las incorporaciones y los enlaces a la vía. En este sentido en las modificaciones de la M-30 se ha tenido en cuenta una mayor información al consumidor en la señalización y el establecimiento de límites de velocidad para la prevención de los accidentes.
Por zonas se ha calculado que la accidentalidad disminuirá un 34,6% en la zona norte; 46,4% en la zona este; 48,1 % en la zona oeste y 52,8% en la zona sur. Cuantificado en términos económicos un 15% de disminución de la accidentalidad conllevaría un ahorro de 240 millones de euros.
Paralelamente también se produce una reducción de la contaminación acústica derivada de la mejora de los firmes empleados y la reducción del ruido en los tramos soterrados. En el tramo que discurre entre el Puente del Rey y el Nudo Sur, por ejemplo, los ciudadanos van a ver reducidos los niveles de ruido soportado hasta niveles inferiores al objetivo fijado por la normativa. Incluso en las pasarelas construidas para salvar la M-30 en diferentes localizaciones se han instalado pantallas protectoras de viento y ruido con paneles de lana mineral, hormigón poroso, vidrio y vegetación que actúa como barrera natural.
Desde el punto de vista del medio ambiente, el soterramiento de la M-30 supone también la creación de nuevas zonas verdes, en concreto, 30 nuevas hectáreas de zonas destinadas al uso público, disfrute y esparcimiento de los vecinos, a las que se suman 20 hectáreas de zonas verdes hoy vinculadas al viario pero inaccesibles para los ciudadanos.
El nuevo Manzanares
Protagonista de este cambio es, sin duda alguna, el río Manzanares cuya recuperación es también uno de los objetivos fundamentales de este proyecto de transformación urbana de la M-30. Esta recuperación conocida como Proyecto Madrid Río consiste en el soterramiento de seis kilómetros de la vía de circunvalación para liberar una superficie de casi medio millón de metros cuadrados de zona verde. El proyecto se basa en dos aspectos fundamentales. Por un lado, se ha planteado hacer el río accesible a los ciudadanos, lo que significa una modificación sustancial pues se han suprimido las calzadas que aíslan el río para conseguir que sea un espacio integrado en la vida cotidiana de los vecinos.
Sumado a este cambio en el aspecto visual del río se va a realizar una recuperación ecológica por la que se sustituye el sistema actual de colectores a lo largo del tramo en que se soterra la calzada, para evitar que se produzcan vertidos contaminantes al cauce. Con esta iniciativa se mejora la calidad de las aguas y se realizan diversas actuaciones en torno a las riberas para convertir al Manzanares en un nuevo espacio ecológico. Para conseguirlo se han construido seis estanques de tormentas en los márgenes del río cuya misión es recoger el agua de lluvia y la procedente de los colectores de la ciudad para regular su vertido al río y facilitar una correcta depuración. De esta forma se evitan posibles inundaciones en el caso de precipitaciones intensas y se impide que se viertan directamente al río las primeras aguas de lluvia, que son las más sucias y contaminantes.
Madrid, ciudad competitiva
Con todas estas actuaciones el Ayuntamiento quiere incrementar la calidad y competitividad de la candidatura olímpica de Madrid, consiguiendo importantes
mejoras en la calidad medioambiental de la ciudad, en la movilidad urbana y en
el acceso a las instalaciones olímpicas. Mejorará su competitividad como centro de localización de actividades económicas y sociales de toda índole, puesto que se
facilitará la conectividad para el trabajo, el ocio o la educación.
En este sentido la creación del Anillo Verde tiene una función esencial en tanto que además de potenciar el uso de la bicicleta como alternativa al transporte público y privado conecta las diferentes instalaciones deportivas que forman parte de la candidatura olímpica de Madrid.
La ejecución del proyecto de transformación de la M-30 va a dotar a Madrid de una infraestructura moderna para la distribución del tráfico de la ciudad y va a permitir alcanzar con ello una serie de importantes objetivos en relación al modelo de ciudad. Madrid, ciudad competitiva.
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