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ABC SEVILLA 03-04-2004 página 4
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ABC SEVILLA 03-04-2004 página 4

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4 Opinión SÁBADO 3 4 2004 ABC Subdirector: Benito Fernández Pérez Jefe de Área: Manuel Capelo Jefes de redacción: A. Pérez Guerra, F. Pérez, I. Navarrete, T. Balbontín, M. Contreras, J. M. Otero, F. Quesada Adjunto al Director de ABC de Sevilla: Ignacio Camacho Secciones: J. M. Aguilar (Cierre) J. M. Igeño (Deportes) J. L. García (Continuidad) J. M. Serrano (Fotografía) J. L. Losa (Sevilla) J. J. Borrero (Sociedad) J. Álvarez (Cultura) M. Correa (Andalucía) E. Navas (Economía) GUILLERMO LUCA DE TENA PRESIDENTA- EDITORA: CATALINA LUCA DE TENA CONSEJERO DELEGADO: SANTIAGO ALONSO PANIAGUA PRESIDENTE DE HONOR: DIRECTOR: Director general: Héctor Casado Director gerente en Sevilla: Felipe del Cuvillo Recursos humanos: J. Plata. Márketing: A. Rodríguez Guitart. Publicidad (Globalia) F. Gómez Acebo. Administración y Distribución: J. J. Bonillo. Técnico y Producción: M. Martínez Trigo. Redacción, administración y talleres: Albert Einstein, s n. Isla de la Cartuja. 41092 Sevilla. 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El inmediato despliegue del Ejército y de las Fuerzas de Seguridad por las principales líneas férreas se ajustó a la gravedad de la tragedia que se evitó, pero también a la amenaza que sigue pendiente sobre la seguridad colectiva de España. A las pocas horas del descubrimiento del explosivo, se supo que un grupo integrista vinculado a Al Qaida ha advertido en los últimos días al futuro Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero de que si en cuatro semanas no retira las tropas de Irak y Afganistán comenzará una campaña de atentados contra intereses españoles en el Magreb y en el Mediterráneo. Ya no hay amenazas irrelevantes, por lo que la sucesión de gobiernos en los próximos días ni debe alterar la tensión antiterrorista ni la posición de España frente al terror internacional. Los análisis de los terroristas son despreciables en sus fundamentos y en sus objetivos, pero sus consecuencias se cifran en vidas de inocen- L tes asesinados. Por eso, el comunicado difundido desde Egipto revela su percepción de que España es el flanco débil de la coalición democrática, de que por nuestro lado se puede romper la cuerda que une la solidaridad de las sociedades libres, amenazadas por el mismo enemigo y emplazada a defender los mismos principios. La contumacia de los terroristas acabará siendo más fuerte que el empecinamiento de quienes creen que España está en la lista negra del terrorismo internacional, como acusó Zapatero tras los atentados de Casablanca, por la política exterior de Aznar. Su motivación es muy distinta y tan simple como la oposición que el terrorismo integrista hace entre su modelo de sociedad y el modelo de sociedad basado en la libertad, la igualdad y la autodeterminación de las personas. El mayor error que cabe cometer en la lucha antiterro- rista es desenfocar los perfiles del agresor y así sucede cada vez que a la determinación de combatir el terrorismo se añade el retórico compromiso de acabar con sus causas, como si los terroristas que colocaron las bombas en Atocha, Santa Eugenia o El Pozo hubieran actuado movidos por el hambre o el desagravio anticolonialista. Criados en España, vecinos de nuestras ciudades, beneficiarios de su prosperidad y de sus libertades, el discurso de las causas justas del terrorismo no funciona con ellos, pero sí confunde a quienes están predispuestos, como en el 11- S, a cargar sobre las víctimas los motivos de los verdugos. R Rodríguez Zapatero ha de contar por adelantado con la máxima colaboración política del PP y de la sociedad española. El chantaje a su próximo Gobierno es un chantaje a toda España ODRÍGUEZ Zapatero ha de contar por adelantado con la máxima colaboración política del PP y de la sociedad española. El chantaje a su próximo Gobierno es un chantaje a toda España y a todas las formaciones que se sientan concernidas con el interés nacional, que ahora, más que nunca, exige dignidad, firmeza y determinación. No es posible la transacción con el terrorismo internacional, porque ni un Estado debe ofrecerla ni es lo que buscan los terroristas, sino la claudicación absoluta. Que cuide Rodríguez Zapatero, por tanto, cada palabra y cada gesto de ahora en adelante, porque los terroristas desprecian los trueques de Estados Unidos por la ONU, las aproximaciones al eje franco- alemán o el enfriamiento del vínculo atlántico. No somos una víctima ocasional de Al Qaida, sino un frente más de su guerra terrorista contra el mundo libre. FELIZ JORNADA CONTRA ETA TA sufrió ayer dos golpes significativos en una feliz jornada para la causa del Estado, que sintetiza, por el alcance y significado de ambos embates, la batalla sin tregua emprendida desde todos los poderes contra el terror, la más grave amenaza a la seguridad de España y los españoles. Por unlado, el portavoz de la banda en el Parlamento de Vitoria, Arnaldo Otegi, fue condenado por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Horas después, y casi sin solución de continuidad ante tan balsámica noticia, una operación conjunta de la Policía francesa y de la Guardia Civil permitía la detención del número dos de la banda, Félix Alberto López de la Calle- -uno de los más sanguinarios criminales de ese entramado- del jefe del aparato logístico Félix Ignacio Esparza Luri, y de la terrorista Mercedes Chivite, que también posee un espantoso historial delictivo. Este espectacular éxito, que se suma a la secuencia de continuos golpes a la cúpula dirigente etarra llevados a cabo por las Fuerzas de Seguridad del Estado en los últimos años, sirve como colofón al cerco que el Gobierno de Aznar ha sometido a la banda. El modo y coordinación con que se llevó a cabo la operación en suelo francés resulta además la sublimación de uno de los pilares que se han revelado más benéficos para el fin de esta lacra: la cooperación E con las autoridades francesas, potenciada hasta extremos desconocidos por el Ejecutivo popular y que ha aportado los más sobresalientes resultados. El nuevo Gobierno socialista va a recibir en pleno rendimiento este legado de cooperación. Terminar con las distintas guaridas internacionales de la banda e involucrar a decenas de naciones (de Europa y América) en este cometido ha terminado por dejar a la organización terrorista en un estado de astenia, tanto física como moral, sin paragón en toda su triste y brutal historia. Hasta tal punto es así que se ha invertido la tendencia y ETA apenas tiene tiempo para regenerar las estructuras que, una tras otra, va desmantelando la acción policial. Parece como si el Estado hubieraganado definitivamente el efecto anticipación, tan importante para la prevención de las acciones criminales que programa esa máquina de matar Y en paralelo al frente policial, el judicial. Tanto las detenciones como la condena de Otegi hacen bien expresivo el mensaje de que el terrorismo ya no es impune en ninguna de sus vertientes. Ha costado tiempo aceptar la obviedad, pero al menos hoy es inequívoca la intolerancia que debe practicar el Estado con cualquier manifestación de apoyo, exaltación o justificación del terrorismo. Y participar como hizo el cabecilla batasuno en un funeral con loas a una terrorista muerta por su propia violencia, es una forma de legitimar el terrorismo y de incitar a otros jóvenes a que sigan el mismo camino, a pesar de que este camino sólo conduce a la cárcel o al trágico final que se dio a sí misma Olaia Castresana. Las discusiones sobre los límites de la respuesta penal lastraron durante años la acción del Estado contra el terrorismo, hasta que la propia realidad de esta criminalidad en serie demostró algo tan evidente como que el terrorismo punible no era sólo el violento y que, como ha revelado el conocimiento sobre la estrategia multilateral de ETA- -frentes financiero, propagandístico, carcelario, internacional- podía no ser siempre la táctica más eficaz, según el tiempo y las circunstancias. Desde luego no era la única, y el daño que han causado a la sociedad sujetos como Otegi, normalizando el discurso de ETA en los pasillos de las instituciones, es la prueba de que el terror no puede sobrevivir sin propagandistas. Su condena- -la segunda, porque ya estuvo en la cárcel por secuestrador- -es el remate merecido a una trayectoria de servicio a la banda. Ser lacayo de ETA, aun con credencial parlamentaria, no sale gratis, algo que el nacionalismo vasco debe llevar hasta sus últimas consecuencias ejecutando de una vez la disolución de Sozialista Abertzaleak, el zulo que guarece a Otegi en la Cámara de Vitoria.

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