Los vínculos españoles de Marilyn Monroe, ¿hija de unos emigrantes cacereños?
La película ‘Blonde’, protagonizada por Ana de Armas, ha devuelto a la actualidad la dolorosa vida de Norma Jeane Mortenson, conocida por Marilyn Monroe, que murió con solo treinta y seis años a consecuencia de una dosis letal de barbitúricos

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La película ‘Blonde’, protagonizada por Ana de Armas, ha devuelto a la actualidad la dolorosa vida de Norma Jeane Mortenson, conocida por Marilyn Monroe, que murió con solo treinta y seis años a consecuencia de una dosis excesiva de barbitúricos. «Pocas actrices han logrado la enorme popularidad de Marilyn, la 'pin-up' número uno de la pantalla, universal y justamente admirada por su personalidad, su fascinador atractivo y su indudable talento de intérprete, que puso de relieve en muchas de sus películas y muy especialmente en las más recientes, como, por ejemplo, ‘El príncipe y la corista’», anunció ABC el 7 de agosto de 1962 sobre la muerte de la actriz.
La Ciudad del Pecado
Maltrato, acoso sexual, matrimonios turbulentos… Lo que quedaba a fecha de su muerte era un recuerdo vago de lo que había sido Norma Jean Morteneon . «Todos los que la vieron meses después, están de acuerdo en afirmar que no era ya sombra de lo que fue. Se había apagado la viveza de su mirada y en su rostro no había otra expresión que la de una tristeza que no lograba ocultar», escribió el corresponsal de ABC en la noticia de su suicidio. Un acto de autodestrucción que Marilyn inició en su propia infancia.
Norma Jeane Mortenson nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles, siendo hija de Gladys Pearl Baker, una madre soltera de una familia pobre del Medio Oeste que había emigrado a California a principios de siglo. En la adolescencia, Gladys se casó con John Newton Baker, nueve años mayor que ella, con el que tuvo dos hijos. Tras divorciarse, el marido secuestró a los niños y dejó a la madre de Norma abandonada en la Ciudad del Pecado. Según investigaciones recientes, el padre de Monroe fue Charles Stanley Gifford, un compañero de trabajo de Gladys con quien tuvo una aventura en 1925 y que no se hizo cargo de la niña.
Gladys no estaba mental ni económicamente preparada para tener una hija. En enero de 1934, la madre soltera sufrió un colapso mental y se le diagnosticó esquizofrenia paranoide. El resto de su vida transcurrió entrando y saliendo de sanatorios, mientras Monroe pasó a estar bajo la tutela del estado. En esa situación de orfandad sufrió abusos y desarrolló una personalidad tímida y retraída. Estas circunstancias adversas, unidas al misterio sobre quién es el padre, dieron lugar a una larguísima serie de especulaciones, algunas disparatadas. En junio de 1958, ABC se hizo eco en sus páginas de una de las teorías más curiosas sobre los orígenes de su familia:
«Parece que Marylin Monroe es hija de unos emigrantes españoles. Marylin Monroe es, según parece, hija de unos emigrantes españoles naturales de Malpartida (Cáceres). Así lo ha afirmado Isabel Monroe Arias, vecina de esta ciudad que ha recibido una carta de un hermano suyo, residente en Barcelona, quien le comunica que la "prima Marylin" -cuyo verdadero nombre es Ana- irá próximamente a la Ciudad Condal para ser madrina de su boda. La artista norteamericana ha estado ya algunas veces en España. Ha resaltado su prima que, pese a su propagandista presentación, es muy sencilla en sus gustos, y que ya entonces vestía falda negra con traje de chaqueta y zapatos con tacones pronunciados»
La breve noticia que se coló en ABC y en otros medios españoles no tuvo continuidad. Tampoco trascendió que Marilyn Monroe quisiera conocer a esos supuestos familiares. Su único vínculo con el país es su interés por la cultura española , por pintores como Dalí y literatos como Alberti o García Lorca, en parte por la enorme influencia española de California. Su madre Gladys Pearl conoció profundamente la cultura mexicana y hablaba indistintamente español e inglés. Los Ángeles es una ciudad con interminables lazos con España.
Si en Estados Unidos la aparición de la actriz fue un auténtico misil de sensualidad, en España la detonación fue una bomba nuclear. La actriz no pisó el país, pero sí se relacionó con españoles ilustres como Sara Montiel. La manchega y el que era su marido, Anthony Mann, cenaron en cierta ocasión con ella y Arthur Miller. «No era muy alta. Era pequeñita, poquita cosa. Acababa de salir de un aborto y estaba muy débil y delgadita (…) Nos atendió estupendamente a Tony y a mí durante toda la comida», contó la protagonista de 'La violetera’ en ‘Vanitatis’ en 2012. Otro español importante en la vida de la actriz fue el santanderino Ceferino Carrión, que regentaba La Scala, un local muy popular en la noche americana. El cántabro llevó al domicilio de la artista unos fetuccini por encargo en la noche en la que falleció.