Jaime de Mora y Aragón, el «bon vivant» aristócrata que llevó a la «jet set» a Marbella
Sus contactos, sus conocimientos de idiomas y su inteligencia hicieron de él un personaje imprescindible de la sociedad marbellí
+ info- Comentar
- Compartir
El 18 de julio de 1925, San Federico, nació en Madrid Jaime de Mora y Aragón, hijo del cuarto marqués de Casa-Riera, Gonzalo de Mora y Fernández, y de Blanca Aragón y Carrillo de Albornoz. Hermano de la Reina Fabiola de los belgas, estudió el bachillerato en diversos países, terminando en Francia, donde se exilió su familia tras el advenimiento de la Segunda República en España.
+ infoDesde principios de los años sesenta su fama de «play-boy» fue incrementándose, coincidiendo con sus primeros papeles en el teatro y el cine. Desde 1964 residió en Marbella, donde su condición de «bon-vivant» encontró su lugar en la Tierra. Sus contactos con la aristocracia europea, sus conocimientos de idiomas y naturalmente su inteligencia, hicieron de él un personaje imprescindible de la sociedad marbellí.
Tuvo locales nocturnos y asesoró a diversos inversores extranjeros, fundamentalmente árabes.
+ infoEl 27 de noviembre de 1976 publicó «Blanco y Negro» unas declaraciones suyas que le definen en unas cuantas frases: «El polifacético Jaime de Mora y Aragón, 51 años, extiende cada vez más sus actividades. Últimamente se ha dedicado a hacer la publicidad de un tabaco alemán. El gancho cara al posible comprador, consistía en la descripción de todo un modo de vida, ligado encima a un lugar como Marbella. Así, uno de los hermanos más célebres del mundo nos cuenta con un puro en la boca: “Adoro mi casa. Toco el piano. Escribo versos. Escucho música. Juego con mis perros. Contemplo con gusto mis olivares y mis viñedos. Duermo cinco horas. Echo la siesta entre dos y tres. No tengo ningún plato preferido. Me gusta tomar leche de cabra, pero más todavía café con mucho azúcar. Tengo barriga y barba. Creo en Dios. Evito el stress. Gano mi dinero en mi discoteca. Me siento más cerca de las personas sencillas que de los ricos complicados. Quiero a mi mujer. Por amor a ella no bebo más alcohol. Se me puede hablar en castellano, inglés, italiano, francés, rumano, vasco, catalán, suaheli (sic), alemán y tachlis. El año que viene presento mi candidatura para alcalde de Marbella”. Con semejantes antecedentes, ¿quién no prueba con uno de los susodichos puritos?»
+ infoLa misa por su alma se celebró en la iglesia de la Virgen Madre, en Marbella, ante un numeroso público que abarrotó el templo. Al final se escuchó la canción que siempre quiso don Jaime que sonara en su funeral, «Cuando un amigo se va» de Alberto Cortez, aquella que comienza:
«Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío,
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo».
Ver los comentarios