Los cuatro hermanos donostiarras que transformaron Madrid
El Metro, la avenida de la Reina Victoria, el edificio 'España' o la 'Torre de Madrid' fueron algunas de las aportaciones de los Otamendi a la capital
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Con la muerte de José María Otamendi Machimbarrena, Madrid perdía en 1957 a uno de los hombres que más había contribuido a darle a la ciudad un perfil de capital moderna y 'Blanco y Negro' quiso recordar en sus páginas las grandes aportaciones de los Otamendi a la villa. «Mucho debe Madrid a los Otamendi», escribió el periodista José Medina Gómez, refiriéndose a José María y sus hermanos Julián, Joaquín y Miguel.
Asociados a este apellido vasco han quedado «desde el metro a la gran vía diagonal en proyecto (que no llegó a ver la luz), por encima de la urbanización y edificación de la avenida de la Reina Victoria, de la construcción de la Colonia Metropolitano, del bloque del 'Lope de Vega', del edificio 'España', de la 'Torre de Madrid'», enumeraba este periodista en 1957.
Todo este conjunto de obras llevaba «el sello de los Otamendi, no de éste o aquel Otamendi, sino de la simbiosis de este cuarteto de hombres excepcionales».
+ infoLos primeros planes de los hermanos donostiarras databan de cuarenta años atrás. El proyecto del ingeniero Miguel Otamendi para el Metro de Madrid, que Alfonso XIII inauguró en 1919, dio un ritmo nuevo a la ciudad, pero Medina resaltaba en su reportaje que «era insuficiente para el ansia constructiva de los hermanos Otamendi» y junto a otros socios crearon una filial inmobiliaria, la Compañía Urbanizadora Metropolitana.
+ infoDesde la glorieta de Cuatro Caminos hasta las tapias de La Moncloa se extendía por entonces un mundo barojiano (allí situó don Pío a muchos personajes de su novela 'Aurora roja', recordaba el periodista) y contra aquellos desmontes y basureros espontáneos que daban un aspecto miserable a los aledaños de la capital, se lanzaron los Otamendi. Allí surgió la avenida de la Reina Victoria y se construyeron los primeros edificios de esta importante vía de la ciudad.
La Urbanizadora Metropolitana levantó además en esa zona la colonia Metropolitano. «Y aún don José María Otamendi, no satisfecho, inconforme con esta breve ciudad de chalets, se lanzó a la fundación del Estadio Metropolitano S.A, entidad que construyó el campo de fútbol del Atlético» (hoy desaparecido), recordaba Medina.
+ infoA la Compañía Urbanizadora Metropolitana siguió en 1935 la Compañía Inmobiliaria Metropolitana que, tras la Guerra Civil, construyó el denominado 'Bloque Reina Victoria' compuesto por catorce inmuebles con 452 viviendas.
Tras estas obras, en 1944, los hermanos Otamendi dirigieron su mirada al centro de Madrid. La Compañía Inmobiliaria Metropolitana adquirió un solar de 136 metros en la Gran Vía, entre la calle de San Bernardo y la de Isabel la Católica, que daba a la Gran Vía (entonces avenida de José Antonio). Donde antaño se alzó un colegio de la Compañía de Jesús, se levantaron grandes bloques de casas, que tomaron el nombre del cine-teatro que las presidía. Así surgió el 'Bloque Lope de Vega', el último estirón de la Gran Vía hacia la Plaza de España, explicaba Medina.
+ infoPero aún no era suficiente para los incansables Otamendi. «Existía en ellos el convencimiento de que la Gran Vía no debía terminar en la plaza de España y en pos de esta idea se lanzaron a la construcción, en un solar comprendido entre la calle de los Reyes, San Leonardo y Castro, de un edificio que fuera el eslabón que engarzara la Gran Vía con la calle de la Princesa. Así nació el edificio 'España' que, con sus 26 pisos, era la más alta edificación de la capital», continuó el periodista.
+ infoTras el edificio 'España' se levantó un nuevo rascacielos, la 'Torre de Madrid', con 32 pisos, que rebasó a su hermano. Cuando Medina escribió el reportaje aún no habían terminado las obras pero ya se había inaugurado el cine de su planta baja.
En 1957, muertos ya Miguel y José María Otamendi, había un proyecto de gran envergadura en sus manos, el de la Gran Vía Diagonal, una extensa cinta que iba a correr desde la plaza de España, a espaldas del edificio de su mismo nombre, hasta la de Colón. Este ambicioso plan de reforma urbana suscitó una gran polémica ya que suponía la desaparición de calles enteras, el descuartizamiento de barriadas y la alteración de la vida de miles de familias. El proyecto, que habría destruido Malasaña, no llegó a llevarse a cabo.