La Casa de los Mil Misterios
Los autómatas causaron fascinación en los años 20 del siglo XX

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Los autómatas han despertado la curiosidad, fascinación a veces, de miles de personas a través de la historia. Rudimentarios antecesores de los robots que hoy hacen muchas tareas industriales, en el primer tercio del siglo XX vivieron su último apogeo, antes de convertirse en lo que son hoy, una extraña rareza de coleccionistas. Uno de los creadores de autómatas más singulares fue Cecil E. Nixon (1874-1962), que fue un hombre curioso.
Se definía a sí mismo como «lector de la mente, constructor de órganos, estudiante de filosofía, mago de vodevil, amante del circo y entendido en arte» y se ganó la vida como dentista en San Francisco, California.
Nacido en las Islas Occidentales, llegó a los Estados Unidos con trece años. Trabajó como delineante y ayudante topógrafo hasta que en 1916 comenzó su carrera de dentista, que ejerció hasta 1956. Pero su gran pasión y por lo que le recordamos, es por la construcción de autómatas.
La casa de Nixon en San Francisco tenía un nombre maravilloso «La Casa de los Mil Misterios» («The House of a Thousand Mysteries») y estaba repleta de artefactos mecánicos de todo el mundo. En los años veinte del siglo XX vivió el apogeo de su carrera, recibió la visita de personajes famosos de la política, la empresa y la farándula. Era la época de los inventos increíbles, de la magia, de la fascinación por la mecánica, del Charleston. Casi parece que hablamos de alguna película de Woody Allen, como «La maldición del escorpión de jade». Una época en la que magia, mecánica, pseudociencia y misterio se mezclaban con naturalidad. Al menos nos dejó este autómata, de nombre Isis, y que tocaba la cítara, al parecer con cierta maestría.
La fotografía fue portada de ABC el 30 de enero de 1920 y era de la agencia Underwood & Underwood, fundada en 1881 por los hermanos Elmer y Bert Elias Underwood. Se trasladaron en 1891 a Nueva York. Se especializaron en fotografía estereoscópica –técnica que permitía observar una imagen en tres dimensiones-, llegando a comercializar más de 10 millones de vistas en todo el mundo. Sobre 1910 se introdujeron en la fotografía periodística, y suministraron a ABC y Blanco y Negro fotografías desde entonces. Elmer murió en 1947 y su hermano Bert Elias en 1943, y la compañía que fundaron desapareció.