Furaco vuelve a compartir cercado con Paca y Tola; estarán juntos hasta principios de julio.
Paca y Tola son los únicos ejemplares de osos pardos cantábricos genéticamente puros que se encuentran en cautividad en la Península Ibérica. Y Furaco fue el elegido para un proyecto de reproducción liderado por la Fundación Oso de Asturias.
Paca y Tola quedaron huérfanas hace 18 años, cuando un furtivo mató a su madre. Con tan solo 5 meses de edad fueron entregadas al Fapas (Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes) y desde entonces comenzaron un azaroso periplo que las ha llevado a vivir en distintas instalaciones en Cataluña y en El Hosquillo (Cuenca). Las osas terminaron en Santo Adriano (Asturias), en el cercado que actualmente las acoge, en 1996. Doce años después, procedente del cántabro Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Furaco las visitó por primera vez. Sin embargo no hubo acercamientos entre ellos hasta la pasada primavera, cuando el macho logró completar la monta de Tola. Hasta en diecinueve ocasiones intimaron los dos ejemplares. Aunque sin éxito.