El principal responsable de Naciones Unidas en política climática, Yvo de Boer, ha descartado la posibilidad de que la comunidad internacional pueda alcanzar un acuerdo satisfactorio en la lucha contra el cambio climático antes de finales de año, según expresó al término de la cumbre celebrada en Bonn este fin de semana.
«No creo que Cancún -29 noviembre- nos aporte la solución definitiva», declaró De Boer, secretario ejecutivo de la oficina de Naciones Unidas para el Cambio Climático. «En Cancún podemos acordar una arquitectura operacional, pero va a hacer falta más tiempo para que desde ahí se convierta en un tratado», dijo.
«Me parece que serán necesarias muchas más rondas de conversaciones antes de que lleguemos a una solución final para desbloquear las negociaciones», paralizadas, entre otros motivos, por la falta de acuerdo entre Estados Unidos y China sobre la reducción de sus niveles de emisión de gases tóxicos.
De Boer pidió a los gobiernos que se centraran en adoptar medidas prácticas de aquí a final de año, como por ejemplo ayudar económicamente a los países más pobres, para que puedan protegerse de los efectos dañinos del calentamiento global.
Chantaje de Estados Unidos
«Los países que no sean parte del acuerdo no obtendrán fondos sustanciales» para combatir el cambio climático, explicó ayer a la prensa Jonathan Pershing, jefe de la delegación de Estados Unidos. «Esto no es un proceso para gorrones», espetó Pershing, según AFP.
El delegado boliviano, Pablo Solon, ha interpretado el gesto como un intento de chantajear a los países en desarrollo para que suscriban el compromiso, considerado como «insuficiente» por los científicos. «Es una forma de castigo», ha dicho Solon. Más de 50 países rechazan el texto.