La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzará mañana un nuevo satélite, más preciso y mejor preparado para vigilar cómo afecta el cambio climático a los Polos. «Cryosat 2» comienza su andadura después de cinco años de retraso con un objetivo claro: ayudar a los científicos a entender porqué se retiran de manera constante y paulatina las distintas capas de hielo.
«Esperamos averiguar más sobre el papel que juega el hielo marino en el sistema climático, así como la altura del mismo. De este modo podremos tomar medidas concretas. La obtención de esta información será de vital importancia para la futura supervivencia de las regiones insulares y costeras», señaló a AP Heinrich Miller, uno de los dos jefes del proyecto.
Los científicos son conscientes de que el cambio climático agrava el deshielo de los Polos. En 2007, el informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) constató que la capa de hielo era de apenas 20-60 centímetros. Y, este verano, el Ártico ha registrado los índices más bajos desde que se tiene constancia. Pero lo que no saben los expertos es cómo se gesta el cambio. Por ello, quieren que «Cryosat 2» esté operativo el tiempo suficiente para averiguarlo, de tres a cinco años, si la tecnología lo permite.