Treinta aves de la Laguna de Navaseca han fallecido y otras 15 se recuperan en un centro. Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente manchega investigan si se trata de botulismo.
Imagen de Las Tablas de Daimiel de 2004
El Gobierno de Castilla-La Mancha extremará la vigilancia de la Laguna de Navaseca, en el término municipal de Daimiel, donde desde el pasado jueves los agentes medioambientales han recogido 30 cadáveres de aves y otros 15 ejemplares enfermos. Los síntomas apreciados permiten inferir que se trata de un brote de botulismo.
Las especies afectadas son el pato azulón, el tarro blanco, el porrón común, la malvasía, el pato colorado, la cigüeñuela, la gaviota reidora, el pato cuchara, la combatiente y la focha común.
La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente manchega realizará labores de vigilancia para prevenir la propagación de la enfermedad en los humedales cercanos a la laguna, como las Tablas de Daimiel, el embalse de El Vicario y las lagunas de Alcázar de San Juan.
Los cadáveres en descomposición están siendo enterrados en una zanja y cubiertos con cal viva. Respecto a los cadáveres frescos, se han tomado numerosas muestras junto a otras de agua y fango. Los ejemplares intoxicados que permanecen vivos están siendo tratados en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de «El Chaparrillo» en Ciudad Real.
Los brotes de botulismo no son raros en la provincia de Ciudad Real debido a sus condiciones climáticas, con altas temperaturas. La propia Laguna de Navaseca sufrió otro episodio de estas características en 2008, en el que murieron más de 300 ejemplares de aves.
La Laguna de Navaseca concentra gran cantidad de aves acuáticas durante la época de cría. En la actualidad, la depuradora del municipio de Daimiel vierte sus aguas en la última fase del proceso.