InicioEconoticias › Noticias

«Océanos» da la bienvenida al «Día de la Tierra»

El documental se adentra en el medio marino para ponerle cara y sonido a las distintas especies que viven en él, muchas de ellas amenazadas por la actividad del hombre, más preocupado en descubrir nuevas galaxias que en proteger los océanos, que ocupan las dos terceras partes del planeta.
«Océanos» da la bienvenida al «Día de la Tierra»
«Océanos» ha sido producida por Vértice Cine y Galatée Films, con la colaboración de Cin TV
22 de abril, «Día de la Tierra». Las celebraciones empezaron ya ayer. La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) asistió al preestreno de «Océanos», que mañana llegará a las salas de cine.
«A través de la Fundación Biodiversidad ponemos nuestra gotita de agua salada, en este caso, para que cualquier generación de este planeta pueda disfrutar del mar, un gran desconocido, un medio que nos resulta ajeno y que incluso nos da miedo», mencionó Elena Espinosa.
Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, los directores de la cinta, no pudieron asistir al acto: «Quedaron atrapados en París», comentó Stéphane Durand, asesor científico de la película. «Lo que no se conoce no se protege. Hemos realizado más de 70 expediciones, hemos visitado más de 54 santuarios naturales y hemos filmado más de 250 especies», explicó Durand. «Océanos» es el resultado de ocho años de trabajo y un presupuesto de 50 millones de euros. «Olvidénse de lo que conocen acerca del mar, tomen aire y buceen con nosotros», se despidió Durand.
Muy visual y sonora
Un dragón marino contempla desde la playa cómo en su línea del horizonte se oculta el sol y sale disparado rumbo al espacio un cohete. «Estamos más interesados en descubrir nuevas galaxias que en proteger los océanos, que cubren las dos terceras partes del Globo», comenta una voz en off. Pocas veces más intervendrá el narrador. «La Tierra no nos pertenece. Sólo hay una. Todo es posible aún» es su mensaje final.
«Océanos» es un documental muy visual y sonoro. ¿Qué sonido emiten un conjunto de medusas en movimiento? Imagínese la entrada en la escuela de «Harry Potter», Hogwarts: una melodía cadenciosa, misteriosa y casi infantil. Las velas no cuelgan del techo, la luz la despiden los mismos cuerpos de los polipos. ¿Cómo suena la zambullida de una gaviota en busca de un pez? Imagínese al actor Josh Hartnett pilotando un avión, intentando derribar japoneses en «Pearl Harbor». ¿Cómo expresa su felicidad una foca que se revuelca en la arena de la playa? Imagínese la escena más famosa de «Cuándo Harry encontró a Sally».
Los espectadores también emitieron sentencias guturales. Como en cualquier película hubo risas (un cangrejo afanado en la limpieza de su casa), «¡Ohs!» (una mamá morsa abraza con delicadeza a su cría), «¡Schss!», toses e incluso el típico tímido primer aplauso que responde de inmediato a las primeras líneas de los créditos finales. Luego se incorporaron el resto de palmas. Nadie se durmió. Ningún ronquido se oyó durante los más de 100 minutos de metraje. Sí que resoplaron con fuerza algunas focas en la ficción.
«¡Hala!», soltaron muchos: un pájaro se lanza en picado a por una tortuga recién nacida que acaba de abandonar el nido. «¡Toma!», dijeron algunos: una cigala le rompe una pinza a un cangrejo que intentaba allanar su vivienda. Silencio absoluto: peces espada, tortugas y delfines atrapados en una red.
«Ningún animal se enfrentará al hombre». Un abuelo camina con su nieto por un museo plagado de reproducciones de especies extinguidas. «Basta recorrer unos pasos para ver cómo hemos aniquilado millones de décadas de evolución», piensa en alto el mayor de los dos. «Aunque la voluntad de protegerlos nunca ha sido tan grande».