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«La Orquesta de Valencia vive una etapa de esplendor»

«La Orquesta de Valencia vive una etapa de esplendor»
Mayrén Beneyto, durante la entrevista /ROBER SOLSONA
-A pesar de la crisis generalizada de patrocinios va a contar con maestros de lujo como Rattle o solistas como Hahn y Zimerman.
-La crisis nos ha obligado a optimizar los recursos y utilizar la imaginación para seguir teniendo una magnífica temporada. Además del regreso de Sir Simon Rattle, que en diciembre interpretará dos sinfonías de Robert Schumann, vamos a recibir en tres ocasiones a Valery Gergiev, acompañado de la Orquesta del Teatro Mariinski de San Petersburgo, que interpretará «El árbol de Diana» de Martín y Soler, lo que hace unos años era impensable. También tendremos a Riccardo Chailly, a Michael Gielen, a Christoph Eschenbach y a Frans Brüggen, además de a las sopranos Waltraud Meier y Cristina Gallardo-Domas. Otro de los hitos de la temporada es el estreno en España, en versión concierto, de la ópera «Lázaro», de Cristóbal Halffter.
-También han programado a Dudamel, una de las jóvenes promesas de la música sinfónica.
-Sí, vino con la orquesta de Gotteborg, de la que es titular, y volverá en abril con la Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolivar. Un músico absolutamente fascinante, al que hemos invitado a dirigir la Orquesta de Valencia.
-Acaban de renovar el contrato de Yaron Traub como director titular por otros tres años.
-Traub fue escogido de forma democrática a propuesta del subdirector de Música, Ramón Almazán, por los propios profesores de la Orquesta, entre otros directores como Carlo Rizzi. Creo que ésa es la fórmula adecuada para que la formación funcione y exista complicidad con la batuta.
-¿Qué efecto ha surtido en la OV el rejuvenecimiento de la plantilla con 43 plazas nuevas?
-La Orquesta de Valencia vive una etapa de esplendor y es uno de los pilares fundamentales de nuestra programación. La labor de Ramón Almazán y el anterior titular, Miguel A. Gómez-Martínez, ha sido decisiva para dinamizar la plantilla y crear esas plazas nuevas hasta llegar a la cifra de 106 músicos, que permite abordar cualquier tipo de repertorio.
-¿Qué hizo decantarse a la Orquesta por él?
-Los profesores vieron en él a un director joven y lleno de ilusión, con muchísimas ganas de trabajar con ellos, no sólo de dirigirlos. También obró su bagaje como ayudante del maestro Barenboim y de su propio padre, que fue concertino de la Filarmónica de Israel.
- ¿Cuáles son los planes de futuro de la formación en cuanto a giras?
-Trabajamos en una gira europea que recorrerá Lugano y Montreux, así como París y a Praga y Linz, que nos han invitado de nuevo.