Tiempo de preparación: 70 minutos para cuatro personas
En un puchero con dos soperas de aceite sofríe las cebolletas, el ajo y una pizca de sal 10 minutos. Corta los extremos a las berenjenas y lávalas. Pártelas en dos y, de los centros con más diámetro, obtén 25 rodajas finas. Corta en daditos las otras berenjenas y el calabacín, y añade los dados al sofrito; también el orégano y el tomate. Deja pochar 20 minutos y, luego, que enfríe. Mientras, en una sartén con el AOVE restante, dora las rodajas de berenjena y escúrrelas sobre papel absorbente. En un bol bate los huevos, la leche y la nata, y salpimienta. Echa el sofrito de verdura y mezcla bien. En una fuente vierte la mitad de la mezcla y cubre con los dados de queso de nata, derramando el resto de la mezcla. Coloca las rodajas de berenjena fritas por encima, de forma vistosa, unas sobre otras. Hornea a 160 ºC 30 minutos: que quede temblorosa en el centro y no se seque.
En un mortero maja las anchoas y los frutos secos para crear una pasta, añade la albahaca. Maja más hasta formar una pasta verde; remata con el AOVE. Remueve para que quede un pesto ligado y emulsionado. Sirve el pastel con el pesto.
Podemos hornear la mezcla en pequeñas flaneras individuales, forrando las paredes del molde con las rodajas de berenjena para poder así desmoldarlas.