Reinos de humo

Un negroni

Carlos Maribona

Sábado, 03 de Septiembre 2022, 01:20h

Tiempo de lectura: 1 min

Cada vez me gusta más tomar un cóctel antes de la comida. Un cóctel clásico. Tengo dos favoritos, el tradicional dry Martini y el negroni. Siempre fui muy fan del primero, sin duda el rey de los cócteles, pero últimamente me estoy decantando por el negroni, esa combinación de Campari, vermú rojo y ginebra a partes iguales que cumple muy bien la función de lo que es un aperitivo, abrir el apetito.

Su creación se atribuye al barman del café Cassoni, en Florencia, al que el conde Camillo Negroni pidió que añadiera ginebra al cóctel americano. Y fue un éxito

Cuentan los libros de historia de la coctelería que su creación se atribuye al barman del café Cassoni, en Florencia, al que el conde Camillo Negroni pidió que añadiera ginebra al cóctel americano (a base de Campari, vermú y soda) que bebía habitualmente. Y fue un éxito. Corría el año 1919. Luego, con el tiempo, desapareció la soda, que ya no está en los que se preparan actualmente.

A partir del negroni han surgido múltiples variaciones, como el boulevardier, con bourbon en lugar de ginebra, o el sbagliato, que sustituye la ginebra por champán y que popularizó Audrey Hepburn cuando rodaba Vacaciones en Roma. Lo cierto es que el negroni está de moda entre los aficionados a la coctelería, cada vez más numerosos. Gracias a eso, ahora es fácil que nos preparen uno en el bar o en el restaurante. Pero los mejores siempre los encontrarán en las buenas coctelerías. Lo bordan en la madrileña Salmón Gurú y en la barcelonesa Boadas, todo un clásico de la Ciudad Condal. Siempre es momento para un buen cóctel. Y si es un negroni, mejor.


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