La tierra no ha soportado más el peso del agua y ha dejado socavones de un metro en las terrazas de Manilva, en Málaga. Los corrimientos de tierra han dejado escaleras en el aire y han empujado las líneas de las columnas haciendo peligrar la estructura de la casa. Las terrazas que no se han hundido están completamente resquebrajadas y hay grietas de un tamaño considerable. Más de 15 familias tienen su casa en peligro y es casi imposible acceder a la vivienda para recoger objetos personales.