Los vecinos de Arenas de San Pedro y el Arenal leen en los periódicos lo que tienen tan sólo a unos metros de sus pueblos. Se han volcado en ayudar a los que se están jugando la vida en los montes. Precisamente a esas brigadas la noche les ha dado un nuevo susto. Los focos del frente sur que parecían extinguidos se han reactivado, y entre las llamas en ese terreno escarpado las cuadrillas se han quedado solas. Mil efectivos llevan trabajando casi sin descanso durante dos días. La situación sigue sin estar controlada y los retenes comienzan a notar las consecuencias de estar a un palmo del fuego. Pero no hay ni un segundo de respiro porque el incendio no da tregua y el viento lo complica todo. Los medios áereos se han centrado en la zona norte hacía donde ha estado avanzando el frente del fuego. Ahora el objetivo es controlar el perímetro del incendio que abarca cerca de 40 kilómetros.