Dependientas a palos con los niños rumanos o éstos robando a las ancianas. Es una imagen cada vez más habitual de las calles de Barcelona. Hace unos días la policía detuvo a nueve adultos acusados de obligar a sus hijos a robar. Lo hacen porque saben que, al ser menores, en pocas horas volverán a estar en la calle. Para evitar casos como éstos, la Fiscalía de Cataluña propone que se pueda imputar a los chavales a partir de los 12 años. El objetivo es evitar que las mafias usen a sus hijos para robar o les hagan pasar por sordomudos para pedir dinero. La Fiscalía quiere que sus actos no queden impunes y que se les pueda, por ejemplo, internar en un centro para alejarlos, así, de los adultos que les obligan a delinquir.