De toda la crisis terrorista en Francia hay muchas imágenes que van a quedar desgraciadamente para el recuerdo, entre ellas hay una especialmente dura: la del policía herido, en la acera, frente a la sede de Charlie Hebdo, que recibe un tiro a bocajarro de uno de los asesinos. El policía era musulmán, y hoy su hermano ha querido homenajearle. Su muerte fue la primera imagen que vimos de la tragedia y desde entonces cuántas veces nos persigue. Todo el mundo vio morir a este policía francés, en la calle, sin clemencia. Su familia ha querido recordarle y recordarnos que Ahmed Merabet, 42 años, defendía los valores de la república. Un hombre de acción que amaba su trabajo, nos cuenta su hermano. Devastados por este acto de barbarie, asegura la familia de Ahmed, " os unimos al dolor de todas las familias de las víctimas" y manda un mensaje a todos los racistas, islamófobos y antisemitas: "No hay que confundir a los extremistas con los musulmanes, los locos no tienen ni color ni religión". Palabras que cobran todo el sentido, porque vienen de una familia musulmana, que ha perdido a uno de los suyos, tiroteado en nombre de Alá, por los que deberían ser sus hermanos de fe y han sido sus asesinos. -Redacción-
