En la península del Sinaí, miles de manifestantes se echaron ayer a las calles para mostrar su apoyo al presidente Morsi tras el controvertido decreto que publicó el pasado jueves. Un norma según la cual ninguna de las decisiones, decretos o leyes aprobados por el presidente Morsi desde su investidura podrán ser revocados por otra institución del Estado, incluido el poder judicial. Ni tan siquiera Mubarak consiguió tal posición de preeminencia, al menos desde el punto de vista legal.