Daniel Ortega ha sido investido para dirigir Nicaragua hasta el 2017 en una ceremonia en la que estuvieron presentes siete jefes de estado y de gobierno y en la que estuvo también el Príncipe Felipe.Tras jurar el cargo, el dirigente nicaraguense se abraza con Chávez y con el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, a quien ha defendido con vehemencia en su discurso de investidura. Daniel Ortega ha evitado después saludar al heredero de la corona española en un gesto que parece algo más que un descuido.