Este jueves en la antigua capital de Myanmar, Yangón, al menos nueve personas han muerto y más de medio centenar han resultado heridas tras registrarse tres explosiones durante un festival de agua con motivo del Año Nuevo. El gobierno no tiene pistas aún sobre la autoría del atentado. En otras ocasiones, la Junta ha atribuido varios ataques con bomba a grupos antigubernamentales disidentes y a grupos separatistas que buscan autonomía en la antigua Birmania, que lleva desde 1962 gobernada por el Ejército. Según los testigos las bombas han estallado en un pabellón del recinto, donde se llevaba a cabo la ceremonia. En Myanmar, al igual que en las vecinas Tailandia y Laos, celebran el Año Nuevo lanzando agua con esencia y polvo blanco contra amigos y extraños.