Santiago, el parado que se puso en huelga de hambre porque estaba a punto de perder su casa, ha conseguido recaudar parte de la deuda que debía de hipoteca. Está abrumado por la generosidad de sus vecinos, y en particular por la de un jubilado al que ni conoce. Pero todas estas ayudas pueden ser insuficientes. Un jubilado de Benalmádena ha pagado parte de la deuda, unos 3.000 euros. La Iglesia ha recaudado otros 3.000. Pero lo recaudado es insuficiente para evitar la subasta. A la entidad bancaria se le deben otros 5.000 euros.El juzgado número ocho subastará mañana la vivienda y Santiago y su familia tendrán que salir de la que era, hasta ahora, su casa.