Presidente francés, Nicolas Sarkozy, efectúa una visita sorpresa a Iraq, la primera que realiza un jefe de Estado francés desde que el país fuera invadido en 2003. Su visita tiene como objetivo buscar oportunidad de negocio. Reunido con el presidente iraquí y el primer ministro, Sarkozy se ha comprometido a abrir consulados en Basora e Irbil, dos puntos estratégicos de producción de petróleo.