El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, se mostró indignado con la actuación arbitral tras el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Olympique de Lyon, por no pitar penalti en la mano de Gourcuff dentro del área."A cinco metros estaba el árbitro, pero a otros cinco estaba el árbitro auxiliar. Toda la gente ha visto cómo el balón le dio en la mano", aseguró en la rueda de prensa posterior al choque.El técnico portugués insistió en la importancia de la decisión del colegiado: "Había cuatro ojos para mirar esa acción, que puede ser decisiva en la eliminatoria".