La Selección española continúa ejercitándose de cara al Mundial ajena a toda la vorágine futbolística, aunque consciente de la gran expectación que levanta allá donde va. En la localidad austríaca de Schrun donde están concentrados, todo está teñido de rojo. Mañana los de Del Bosque viajan a Innsbruck para jugar el segundo amistoso preparatorio frente a Corea... y los fantasmas resurgen para recordar el "fatídico arbitraje" del último Mundial. Pero Pepe Reina está tranquilo: "Es un partido totalmente distinto". Los españoles residentes en Austria viven con más optimismo que nunca la cita mundialista.