La eliminatoria de la Copa del Rey, que ayer se disputaba en el Reyno de Navarra y que se saldó favorablemente para los navarros, contaba con un aliciente extra, la presencia de Portillo en las filas del Hércules que volvía a Pamplona esta vez como rival.La afición del Osasuna recibió al jugador con una sonora pitada y gritos contra su persona. Al finalizar el encuentro 1-0, el futbolista comentaba su recibimiento: "En el sector de la grada que es osasunista de verdad, la gente como siempre se ha portado bien. Pero hay cosas que no se pueden permitir y, sobre todo, de un jugador que ha estado aquí dos años y medio y, lo haya hecho bien o lo haya hecho mal, acabo de salir de aquí hace 8 días y parece que desear la muerte a un jugador no me cabe en la cabeza. Pero bueno, es lo que hay y es lo que toca", afirmaba.Con el 1-0 a favor de los locales, Osasuna elimina al Hércules y pasa a cuartos.