Curiosa anécdota la ocurrida durante una visita de Isabel II a Gales. Una niña vestida con un traje típico ofrece un ramo de flores a la reina. Y, al lado de la pequeña, un soldado realiza el saludo reglamentario con tan mala suerte, que le da un manotazo a la pequeña. Esta se echa la mano a la nariz y busca el consuelo de una mujer que está detrás. La reina sigue andando sin -aparentemente- darse cuenta de lo ocurrido. -Redacción-