Una carpa de circo alquilada a Teresa Rabal e instalada en la plaza de Colón fue el punto de partida de la pasarela Cibeles. Era febrero de 1985 y arrancaba así, en plena efervescencia de la movida madrileña, el mayor escaparate de la moda española. Se abría así la puerta de la escena internacional definitiva a toda una generación de diseñadores. Manuel Piña, Sybilla, Jesús del Pozo, Francis Montesinos, Elena Benarroch, Ángel Schlesser, Agatha Ruiz de la Prada... Una lista casi inabarcable para resumir 30 años de historia que no tardaría en sumar sobre la pasarela a las top models internacionales de principios de los años 90. La aspiración de Madrid: convertirse en una de las grandes citas de la moda internacional, con la mujer como referente pero con espacio también para el hombre. Un recorrido de ambición y creatividad en el que su estructura empresarial también ha provocado tensiones y salidas. Con desfiles para la polémica ya en pleno siglo XXI.. La misma controversia que genera la extrema delgadez de algunas modelos y el paso al frente de la organización en 2006 para fijar un límite mínimo de masa corporal. Tres décadas en las que han desaparecido algunos de los referentes de una pasarela, llamada hoy Mercedes Benz-Fashion Week Madrid, que eso sí, sigue pisando fuerte con un espacio de más de 14.000 metros cuadrados que aúna veteranos y nuevas generaciones que aseguran su futuro.
